40 años. 19 temporadas en la élite. Viva imagen de una de las mejores franquicias de las últimas décadas en la NBA. Tim Duncan ha anunciado en el día de hoy su retirada del baloncesto. Fue elegido en el número 1 del Draft del 1997 y, desde entonces, ha llevado a los Spurs a entrar en Playoffs cada temporada. Con Gregg Popovich a su lado, formaron un tándem perfecto al que posteriormente se unieron Tony Parker (2001) y Manu Ginobili (2002), consiguiendo así un trío de fantasía que llevó a los Spurs a lo más alto.
Los números no dan lugar a dudas: apareció hasta 15 veces en el mejor equipo de la NBA y en el Quinteto Defensivo. Además, también ha sido All Star en otras 15 veces. En las 19 temporadas que ha disputado en los Spurs, Duncan ha jugado un total de 1.392 partidos donde ha promediado 19 puntos, 10.8 rebotes, 3 asistencias y 2.2 tapones en 34 minutos por partido.
Hoy deja las pistas uno de los jugadores históricos de la NBA. Héroe para muchos, verdugo de otros, Duncan siempre supo qué hacer en cada momento. Un jugador que hizo disfrutar -y sufrir- a todos los aficionados a este deporte. Tanto en el parquet como fuera de él, el 21 de los Spurs siempre fue un ejemplo para todos. Determinante, sin hacer ruido, el baloncesto alcanzaba otra dimensión cuando sus manos entraban en juego. Su sola presencia hacía modificar el partido.
Se nos va Duncan, como se nos fue el mismo Bryant hace unos meses. La historia con la que hemos crecido, hemos madurado y hemos disfrutado como niños pequeños. En el caso del considerado por muchos el mejor '4' de la historia, Duncan deja unos Spurs que han encontrado en Kawhi Leonard y LaMarcus Aldridge las figuras de la reconstrucción.