Andrew “Socks” Bynum

Cuando en Noviembre, el rookie de los Angeles Lakers Andrew Bynum entró dentro de la ducha después de un partido, el veterano base Aaron McKie, miró hacia abajo, a los pies del “pequeño” Andrew Bynum y se dio cuenta que pívot de 2’11 llevaba puestos unos calcetines de jugar hasta la rodilla. McKie no le dio importancia a este hecho, hasta después del partido siguiente, en el que la situación se volvió a repetir, simplemente no se lo podía creer.

“Me gusta como vas, ¿sigues llevando los calcetines dentro de la ducha?”, le dijo. “No tengo chanclas” McKie se lo miró riendo, “Me gusta, ¿te vas a lavar los pies?”.

Andrew Bynum explicó después que su equipo no había encargado chanclas adecuados para sus pies (usa una talla 18 USA), dejándolo con los calcetines mojados todo el tiempo. Pocas semanas después cuando Bynum finalmente tuvo su par de chanclas, rápidamente se las mostró a McKie, quien sonrió y le dio su aprobación.

Por esa razón a partir de ese momento sus compañeros le pusieron el sobrenombre de “Socks” (calcetines).

Bynum no oyó ese mote por mucho más tiempo, ya que sus compañeros le pasaron a llamar de otro modo, le pasaron a llamar “Big Baby” (Niño Grande), el apodo que le había puesto el pívot Hall-Of-Fame y asistente especial del entrenador, Kareem Abdul-Jabbar, porque tal y como cuenta él mismo, “Es grande –Bynum, además ha crecido tres centímetros en lo que va de temporada y los Lakers esperan que llegue a los 2’16- e increíblemente joven”

Bynum se convirtió el 18 de Octubre en el jugador más joven jamás drafteado (17 años, 8 meses y 2 días) y en el jugador más joven en disputar un partido (18 años y 6 días).
Este hecho enorgullece mucho al joven jugador, ya que difícilmente cambiará a partir de ahora a consecuencia del nuevo convenio que impide a los jugadores menores de 19 años participar en el draft y establecer un contrato profesional.

Ahora nos encontraríamos en la misma situación que se dio en el vestuario de los Lakers, le podemos llamar como Aaron McKie, Andrew “Socks” Bynum, o hacer caso a una de las leyendas del baloncesto y llamarlo Andrew “BigBaby” Bynum… yo lo tengo claro.

Andrew “Big Baby” Bynum, creciendo poco a poco

Andrew Bynum esta jugando a las órdenes de Phil Jackson, quien tiene 9 anillos de campeón, juega, también, al lado de Kobe Bryant, el único jugador salido directamente de la High School en los últimos 10 años que ha tenido un impacto real en la liga des del primer año y que contribuyó decisivamente en la consecución de un título. Y recibe clases diarias de Kareem Abdul-Jabbar, el legendario líder anotador de todos los tiempos en la NBA y poseedor de 6 anillos de campeón.

“Phil y Kobe, el mejor entrenador y el mejor jugador, la mejor situación, ¿no? Kareem es muy buen tipo. Él es una leyenda. Quien se iba a imaginar que yo podría aprender con este chico”, dijo Bynum quien pasó de de ser un estudiante de Connecticut a jugador de la NBA.

Abdul-Jabbar fue contratado unos meses después de que Bynum fuera seleccionado en el draft para ayudar a este jovencísimo jugador a aprender como jugar en el poste bajo y su lanzamiento más característico, el gancho, Bynum en una muy recordada, como podremos comprobar, entrevista post-draft prometió devolver todos esos esfuerzos. Aquella noche, Bynum se comparó a sí mismo con Shaquille O’Neal, y en la que comentó “excepto que yo convierto mis lanzamientos de personal”.

Abdul-Jabbar ya ocupó una posición similar seis años antes en Los Angeles Clippers cuando estuvo trabajando con Michael Olowokandi, pero con Bynum se siente más fresco “Él es todavía un adolescente”, Abdul-Jabbar dijo al inicio de esta temporada sobre Bynum “Yo no lo presiono. Él no tiene porque ser como Wilt Chamberlain. No por mi, no por nadie. Debemos dejarle crecer hasta un nivel razonable. Tan lejos como él quiera aprender las cosas que yo le quiero enseñar, él lo podrá conseguir. Tiene una gran ética de trabajo y entiende que necesita aprender muchas cosas”. De hecho, los Lakers están muy contentos con la actitud de Bynum, ya que llega al pabellón una hora antes para ejercitarse individualmente, para después seguir con su entrenamiento normal, que incluye el suyo específico y el del equipo.

Bynum ya estuvo preparando su ingreso en la NBA durante el verano, en el que perdió unos 10 kilos corriendo por las playas de NJ, pero eso no es suficiente para prepararse una temporada de 82 partidos, y menos aún cuando su última temporada como jugador de High School se la pasó casi en blanco a consecuencia de una lesión de rodilla.

A parte de estas clases con las que ganar experiencia, Bynum, también ha sabido ganarse el respeto de sus compañeros de vestuario, y parte de este respeto se lo ganó la noche del 16 de Enero, esa noche se enfrentaban los Lakers de Kobe y Bynum a los Heat de Shaquille O’Neal. Antes del partido O’Neal estuvo hablando con su excompañero y actualmente entrenador asistente de los Lakers Bryan Shaw, al que dijo, “Dile a Bynum que voy a por él”, O’Neal estaba, todavía, enfadado por los comentarios realizados por Bynum (el cual actualmente esta acreditando un 30% desde la línea). Shaw dio un consejo a Bynum, “Deberías pedirle disculpas”, pero no sabía como iban a ir las cosas ese dia.

Poco tiempo después de que Jackson diera entrada a Bynum en el segundo cuarto del partido, que era televisado a nivel nacional, O’Neal mantuvo su palabra, fue directo hacia él, O’Neal usó el hombro de Bynum como palanca para alzarse sobre él conseguir un rebote tremendo y acto seguido transformar un bestial mate, con lo que Bynum solo pudo hacer que caer al suelo y ver como O’Neal le pasaba por encima al volver al campo de defensa. Pero, él único pensamiento que tuvo Bynum en ese momento fue devolverle a O’Neal esta afrenta. Bynum se levantó y corrió hacia el campo de ataque, la gente decía que nunca lo habían visto correr de ese modo, y pidió el balón. Bynum cogió el balón que le pasó Kobe, y recordando uno de los movimientos aprendidos de Kareem, giró hacia la derecha de un congelado O’Neal y se elevó para un contundente mate a dos manos, a lo que el Staples Center rugió de felicidad y llenó de orgullo a nuestro protagonista. En la jugada siguiente, ambos jugadores se dieron unos regalos en forma de codazos intencionados que los dos árbitros no dudaron en señalar como técnica.

Este hecho ayudó a Bynum a ganarse cierto respeto de vestuario y Jackson dijo de él que no estaba nada sorprendido viendo a Bynum respondiendo a O’Neal. “Lo vemos en los entrenamientos. Él, obviamente, no tiene a Shaq para entrenar con él, pero nosotros vemos su competitividad y su entusiasmo al jugar”.

Realmente, Andrew Bynum es un “Big Baby” creciendo en un mundo de “Big Men”