¿Es éste el mejor Draft posible para Ricky Rubio? ¿En qué posición le conviene ser escogido? Quizás su mejor destino sea Sacramento, pero… ¿y por qué no Memphis? También habrá que saber en qué medida afectará su situación contractual actual con el DKV Joventut ¿La respuesta? Nadie la sabe a ciencia cierta, incluso el propio Ricky se sentará en el Green Room sin saber a ciencia cierta qué será de él. Mientras llega la hora, ¡debatamos sobre las posibilidades!
J.R.Sanchís
Mentalmente está preparado y en plenitud física ya demostró formar parte de los mejores jugadores de Europa la temporada pasada, con 17 años, que se dice pronto. Pau Gasol pegó un estirón de juego en su último año en el FC Barcelona y el potencial se hizo realidad. Lo físico ya vino después. ¿Qué le falta pulir el tiro? Nadie duda de eso pero allí también puede mejorar la mecánica. La panacea no está sólo en Europa. Hace dos temporadas se podía apreciar claramente la cara de preocupación –en ocasiones pánico- del jugador que debía enfrentarse a Rubio tanto en defensa como en ataque. Ese miedo escénico provocado por la presencia del catalán se ha podido ver con cuenta gotas en la historia reciente y es patrimonio de grandes como Gallis, Petrovic, Schmidt… La única duda que me persigue es si el jugador va a llegar con la mente despejada tras el conato de rebeldía iniciado por sus letrados. Ya ha encontrado alguna retirada del apoyo por parte de una minoría de los aficionados y eso no beneficia a uno de los abanderados del baloncesto no estadounidense. ¿Qué destino es el adecuado? Dependerá de lo que se le exija y del margen de confianza con el que cuente de sus técnicos. De las primeras opciones Memphis es la que menos me seduce. Mucho calor, humedad, divertimento reducido a Beale Street y mentalidad perdedora. Oklahoma City tal vez es la que más me seduce por lo que puede llegar a ser si Sam Presti sigue trabajando bien. Una dupla Rubio-Westbrook unida a la calidad de los dinámicos Durant-Green es muy atractiva de cara a los sentidos. El futuro puede ser suyo. Sacramento también es una plaza que cuenta con jugadores con proyección como Martin, Thompson y Hawes además de Nocioni, para lo bueno y para lo malo, y Joe Maloof. Rubio está sobradamente preparado y puede rendir en cualquier equipo que proponga. ¿Alguien duda de que Phil Jackson no le daría minutos si pudiera contar con él? |
Vs. |
Xesús Serrano
Uno no puede dejar de imaginarse a Bryan Colangelo o Jerry West tomando unos chatos, presumiendo de las ubres de su Florinda o de las dotes de su semental, mientras Isiah Thomas cuenta las excelencias de la mangosta lograda al no haber sido elegida por los demás. En ese lío anda metido Ricky Rubio. Con los movimientos habituales de alguien a quien gustan las jugadas fuertes como es Fegan, buscando dirigir el futuro de su representado. No lo hace en las mejores circunstancias, con todas las incógnitas que se presentan en su negociación con el DKV Joventut y lo incierto de su futuro. Siendo jugadores radicalmente diferentes, uno recuerda a un Lampe desesperado en la green room mientras veía cómo no era escogido en las posiciones de primera ronda por los diversos rumores e incógnitas acerca de su contrato con el Real Madrid. Y ese podría ser el problema de Rubio: ver cómo las primerísimas posiciones pasan sin ver aparecer su nombre, fuera de las 4 opciones que se habían barajado hasta el momento de forma prácticamente unánime. Sin duda, esa sería su peor carta de presentación en la NBA. Porque alguien capaz de hacer lo que él ha realizado en las pistas con su juventud es merecedor de entrar por la puerta grande, y quizás no sea el caso. Quizás el mejor destino sería estar en circunstancias diferentes. |
Yo soy de la opinión de que Rubio es un JASP y que tras unos partidos de acople puede rendir perfectamente en una franquicia en reconstrucción.
Nos acercamos a esa gran noche que recuerda al mercado de ganado: la de la elección en el draft, donde las franquicias escogen las piezas que consideran necesarias para mantener su presente, mejorar su futuro o, simplemente, ilusionar al aficionado.