Christian Eyenga Moenge nació en Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo, el 22 de junio de 1989. A su aún corta edad, éste alero de 1.98 y muelles en las piernas, ya disfruta de minutos en la mejor liga del mundo, la NBA, enfundado en su camiseta de los Cleveland Cavaliers.

Antes, un breve paso por España, a donde llegó de la mano del Joventut de Badalona, para jugar en el CB Prat de LEB Plata y en el propio DKV Joventut. Sus cualidades no pasaron desapercibidas para los scouts estadounidenses, y fue elegido en la posición 30 del draft de 2009 por su actual equipo. Pero dejemos que sea el propio Eyenga quien nos narre su meteórica carrera…

– Era enero del año 2008, tu debut en la LEB Plata. En el curso 2008-09 fuiste elegido en una encuesta de solobasket a todos los entrenadores de la categoría como el alero del cinco ideal de la liga ¿Qué recuerdas de tu paso por la liga LEB? ¿Te hicieron algún tipo de prueba para venir al baloncesto europeo?

Vine a prueba para jugar la final del circuito sub20 en Inca con el Joventut. Les gusté y firmé un contrato de 2 años. Por problemas de visado no pude llegar a Badalona hasta enero 2008 así que sólo jugué una temporada y media en LEB Plata. Los recuerdos son buenos porque cada día aprendía muchas cosas, hacía nuevos amigos, aprendía un nuevo idioma…

– Cuando jugabas en la LEB Plata, todo el mundo estaba de acuerdo en que eras el protagonista de las jugadas más espectaculares de la liga con tus alley-oops, mates, tapones… Aparte de un portento físico, ¿qué es más Christian Eyenga? ¿Quién te ha aportado más cosas en tu evolución como jugador durante tu estancia en España?

En ese sentido he sido muy afortunado. En esos 2 años y medio en Badalona trabajé con entrenadores espectaculares como Margall, Jordi Martí, Aíto, Pepu Hernández, Jose Raventós, Sito Alonso… Tuve mucha suerte. Yo venía muy verde pero en la Penya trabajé mucho el bote; me enseñaron a leer el juego, a jugar sin balón, y a perfeccionar la mecánica de tiro. Les estoy muy agradecido.

– Luego llegó la ACB y la Euroliga. Un gran escaparate internacional….

La Euroleague fue en la segunda temporada, una oportunidad que el club me dio para tener algunos minutos a alto nivel. En la tercera temporada me dieron el honor de jugar la ACB como extranjero de la Penya; eso es lo que soñaba desde el primer día que llegué a Badalona. Tengo que agradecer la confianza que depositaron en mi Jordi Villacampa, Jordi Cairó y Sito.

– Y después llegó el draft y los Cavaliers se fijaron en ti ¿Qué es lo primero que pensaste?

¡Uff, madre mía! Eso es lo que pensé. Fue increíble y no me lo esperaba. Mi agente, Pere Gallego, de la agencia You First Sports, lo llevó todo en secreto, no quería descentrarme y hasta el último día no me puso el billete a New York.

– Jugar en D-League era algo que supongo que tenía asumido y que entraba dentro de tus expectativas de cara a su año rookie ¿Nos puedes hablar de esta competición?

Es una liga un poco diferente, el espíritu de equipo es menos fuerte. El nivel de talento es muy alto pero el estilo de juego no favorece a que sea vea buen baloncesto. Para mí fue una buena experiencia. Coach Jay Larrañaga es duro y buen maestro. Me ayudó mucho a desarrollar lo que Cleveland quería de mí.

– Sus buenos números con los Erie Bayhawks y la lesión de Gibson te facilitaron el debut en la NBA ¿Cuáles fueron tus sensaciones? ¿Qué es lo que más recuerda de aquella noche contra los Mavs?

No estaba nervioso porqué el GM me llamó el día antes y me dijo que jugaría y estaba preparado para eso. El entrenador de D-League, Jay, me dijo que si hacía lo que llevaba tiempo entrenando me saldrían bien las cosas. Del partido recuerdo mis dos primeros puntos en un mate en contraataque y que defendí a uno de los mejores bases de la historia, como es Jason Kidd.

– Y en su segundo partido te destapas con 16 puntos contra los Raptors… ¿Entraba en tu guión original?

No lo esperaba. Mi trabajo principal es defender, rebotear, taponar, dar intensidad al equipo, pero esa energía me permitió meter puntos corriendo y penetrando. Recuerdo que le mandé un sms a mi agente: “He metido 16 puntos”, y me contestó: “¿joder, ya te han vuelto a enviar a la D-League?” Ni se imaginaba que acababa de meter 16 en la NBA (risas).

– Desde entonces has superado la decena de puntos en varias ocasiones, te vacías en defensa y que el público se lo pasa en grande con tus acciones. Leemos también que Byron Scott está muy contento con tu trabajo..

El coach está contento porqué intento hacer todo lo que me dice. Me ha dicho que le gusta mi esfuerzo por aprender y entrenar duro cada día. Estas palabras vienen de una auténtica leyenda NBA y me motivan. Coach Scott me da confianza, me enseña mucho y me exige como al que más. Estoy muy contento de jugar para él.

– ¿Se habla de LeBron entre sus compañeros? Jugaste contra él hace poco. ¿Cómo es LeBron? ¿Pudiste hablar con él?

No se habla de él en el equipo. Entrené con Lebron en verano, me invitó a su casa. Es un buen chico y un excelente jugador. Lo que pasó en verano fue su decisión y la respeto. A nosotros nos ha afectado mucho su baja y ahora estamos concentrados en volver a ganar partidos con continuidad.

– ¿Es uno de tus jugadores más admirados o tienes otros? ¿Te identificas con alguien en especial?

Mi jugador preferido es Kobe Bryant, pero por mi estilo me gustaría parecerme a jugadores del perfil de Luol Deng o Mickael Pietrus.

– ¿Y con quién has hecho “mejores migas” en el vesturario? ¿Cómo se portan los veteranos con los rookies?

Mis mejores amigos son los rookies, Harris y Samuels porqué pasamos mucho tiempo juntos. También comparto mucho tiempo con JJ Hickson y Gibson porqué tenemos el mismo agente NBA, Andy Miller, y hacemos algunas cosas juntos.

Los veteranos se portan bien aunque nos hacen traer donuts los días de partido, pero después están encima de nosotros para animarnos y corregir errores. Me han acogido muy bien y me siento apoyado por ellos.

– ¿Hablas regularmente con Serge? Supongo que sabrás que podría jugar con la selección española.

Sí claro, hablo mucho con Serge, somos muy amigos. En Barcelona compartí muchas horas con Serge y Mamadou Samb. Dentro de poco viene a jugar a Cleveland y tengo muchísimas ganas de hacerle un mate en la cara (risas). No será fácil pero es un pique que tenemos. Me ha dicho que el tema del pasaporte español está avanzando bien, me alegro por Serge porqué sé que le hace ilusión representar a España.

– Tus buenos números chocan con con el récord negativo de los Cavaliers ¿Qué parte de culpa tiene la ‘cabeza’ en esta alarmante de derrotas? ¿Cómo celebrasteis el triunfo contra los Clippers?

Bueno, todo influye; para mí la clave es defender más fuerte y perder menos balones, si lo conseguimos vamos a ganar más partidos. Contra Clippers fue como quitarnos un peso de encima, un “vale ya, empecemos de nuevo”. También tuvimos mala suerte en varios partidos que perdimos en el último momento.

– En caso de que en algún momento volvieras, ¿te ves de nuevo en el Joventut? ¿Conservas el contacto con tus amigos de Badalona?

El Joventut es mi casa y si volviera me encantaría que fuera en la Penya. En Badalona mantengo el contacto con mis excompañeros y siempre que puedo veo el partido de la Penya a través de la web de la ACB.

– Por último, ¿Cómo va con el inglés? Creo que Byron Scott está encantado con Jordi Fernández.

Bueno, el año pasado mis agentes me pusieron un profesor particular, Rodrigo, que me ayudó muchísimo y me siento cómodo en inglés gracias a él. Ahora no tengo tanto tiempo de estudiar y practico más con la conversación diaria con mis compañeros.

Jordi Fernández trabaja muchísimo y está siempre pendiente de ayudar a los jugadores, es una pieza muy importante del staff. Para mí ha sido clave para adaptarme bien y para progresar.

– Gracias por la entrevista y desde solobasket.com le deseamos el mayor de los éxitos tanto para usted como para su equipo.

Muchas gracias a vosotros por el interés. Aprovecho para saludar a todos los amigos y fans en España. Me espera un verano durísimo pero espero pasar unos días de vacaciones en Barcelona y saludar a todos. Un saludo y ¡visca la Penya!