Once partidos de playoffs: 3.2 ptos, 1 reb, 1.9 asist en 10.5 minutos de media. Llega el quinto partido de las series contra Orlando Magic: 12 puntos en 15 minutos. Los Celtics llevaban una desventaja de 10 puntos faltando 11.22 para el final del último cuarto y acaban llevándose el partido. “He was the key to the game, really, I though”. Van Gundy, dixit.
¿Asistimos a otro ramalazo de Stephon Marbury como en el tercer partido de las series ante Bulls (13 ptos, 5 asist, 3 rebs en 24 minutos)? Lo cierto es que ante las más que sensibles bajas de Kevin Garnett y Powe, los pequeños detalles de los que tanto se están hablando en estos playoffs son fundamentales. En el quinto partido de la eliminatoria ante los Magic, la actuación de Starbury resultó fundamental. Salvo Glen Davis –otro que merece una crónica aparte- y el global de Paul Pierce, los Celtics no tenían armas suficientes para frenar a unos Magic que desperdiciaron una gran oportunidad para meter pie y medio en las finales del Este. No apareció tampoco un Eddie House más intermitente de lo que le gustaría a Doc Rivers y Allen consiguió, con un triple, poner por delante a los Celtics (85-86) a falta de menos de un minuto. Los tiros libres acabarían dando el 3-2 a los de Rivers.
Un protagonista no esperado, Marbury, fue el artífice de la remontada como lo fuera en el USA-España de cuartos de semifinal de los JJOO de Atenas (2004). Una España henchida tras una primera fase enorme (victorias ante Serbia y Argentina) contra una selección norteamericana tocada en su orgullo. El genio de Brookly explotó y con 31 puntos (6/9 en triples) sacó las vergüenzas a Pesquera.
“Era el momento idóneo para mí y cuando entré a jugar toda mi pensamiento se concentró en intentar crear algo para hacer cambiar el rumbo del partido”, añadía Marbury tras el baño de multitudes en el Garden. En este momento tan delicado para Boston la erupción de su juego permite a los Celtics soñar con una final ante su bestia negra en esta temporada. “Ha sido muy importante para nosotros. Ha sido paciente, ha trabajado mucho y ha sabido encajar bien su nuevo rol para convertirse en un buen compañero. Me alegro mucho por él”, resumió Doc Rivers. Aunque tarde, puede que el base de los Celtics entienda lo importante que puede llegar a ser en un equipo grande como jugador de segunda línea. Iverson, compañero suyo en aquellos Juegos Olímpicos, todavía está a tiempo.