Hay jugadores que tienen un innegable talento, pero que no logran que esas inusitadas capacidades se reflejen en la pista en la manera en la que deberían. Es el caso de Trae Young. Que un jugador de 24 años que promedie 26 puntos y 10 asistencias esté en el mercado, en la era del empoderamiento de los jugadores, nos extraña. Pero tras esta decisión hay que comentar varias aristas.
La primera, que la noticia no es exclusiva de Trae Young. Tras las Finales de Conferencia de 2021, en unos playoffs en los que Young demostró ser un jugadorazo, la franquicia de Atlanta se decidió por entregarle las llaves del proyecto. Young sería su estrella que les llevaría a optar por el anillo. Pero la tozuda realidad les ha puesto en su sitio. Young ha acumulado grandes estadísticas, pero le cuesta congeniar con los compañeros y, especialmente, con los entrenadores. Ya van dos técnicos a los que Young ha “empujado” a su despido, lo que habla bastante mal del base.
El tercer entrenador de Trae Young en su corta carrera no ha venido para dorarle la píldora a su estrella. Quin Snyder es un tipo duro, que no se arredra ante sus jugadores y mucho menos en las condiciones en la que ha sido contratado. El ex de Utah ha firmado por 5 años y 8 millones al año. Además, tendrá voz y voto en las decisiones importantes del equipo y ha dejado claro que nadie es intocable, incluida la estrella del equipo.
Los primeros meses de la estancia de Snyder no han sido muy productivos. Young seguía con el mismo juego de siempre, con problemas en defensa y más de un altibajo en ataque, lo que le pone en la picota. Hizo un gran partido en Miami para ganar en el play-in, pero la primera derrota (clara) en la serie contra los Celtics augura una corta estancia en estos playoffs, como el pasado año. De no cambiar, quizá Snyder explore a fondo el mercado que tendría Trae Young.
La situación de Atlanta no es fácil. El verano pasado hicieron un esfuerzo por traer a un acompañante que parecía perfecto para Trae Young, Dejounte Murray. Para ello, dieron dos rondas y un pick swap a los Spurs, de modo que no controlan sus rondas del draft hasta 2027. Por ello, la reconstrucción no es una posibilidad en Atlanta, lo que complicaría el traspaso de Young. Los Hawks no desarían recibir futuro y desmantelar su plantilla, sino que preferirían presente, lo cual hace el traspaso más difícil, puesto que los traspasos por estrellas suelen darse a cambio de rondas y jugadores de gama media.
Como vemos, el verano de Atlanta será interesante. Podría ser un proyecto que dinamite antes de lo previsto, con otros jugadores como John Collins o Capela en el mercado.