Utah Jazz, la rebelión contra el tanking

  • Llevan un récord de 10-3 y lideran la Conferencia Oeste
  • Destacan mucho en ataque y tienen grandes números en defensa

Todos los veranos hay proyectos que por una razón u otra estallan. Algunos de ellos, como es el caso que nos ocupa, lo hacen porque pasan años en los que el salto a ser un aspirante al anillo no termina de llegar. Tienen buenos jugadores, pero no tanto como ser un aspirante perenne al título, con lo que la gerencia decide traspasar sus activos y buscar nuevas estrellas desde el draft, es decir, perdiendo partidos. En el caso de Utah, además de esas razones se veían claros signos de desgaste en el proyecto, con una relación muy tirante entre las dos estrellas del equipo, Mitchell y Gobert, veteranos cuyo pico de rendimiento ya había pasado (Conley, Bogdanovic) y un hastío por parte del entrenador, cuya relación con la gerencia no era la idónea.

Bajo esas circunstancias y con un general manager de renombre (Danny Ainge) que debutaba en Utah, se realizaron los movimientos esperados. Quinn Snyder no seguía al frente del banquillo de Salt Lake City y se traspasaba en verano a sus dos estrellas, Gobert y Mitchell, a cambio del control futuro de las rondas de draft de los equipos que les fichaban, Minnesota y Cleveland, además de una serie de jugadores que podían ser interesantes. También salían Bogdanovic en un traspaso menor.

La sensación que se nos quedaba ante la plantilla de Utah es que se trataba de un equipo a medio hacer, en el que no había un joven con proyección de All-Star, pero sí varias piezas interesantes y jugadores con ansias de reivindicarse. Sexton y Markkanen llegaban para hacer ver que pueden ser los jugadores que prometían; Clarkson, Conley y Beasley se quedaban sin saber hasta cuándo y otras llegadas como Vanderbilt u Olynyk están demostrando que son jugadores más que interesantes para cualquier juego interior de esta liga.

Además, Will Hardy está demostrando que es un gran entrenador, como ahora comentaremos. De solo 34 años, fue asistente el año pasado en los Celtics, además de haber estado 6 años bajo las órdenes de Popovich, lo cual siempre luce en el currículum. El equipo funciona bien y ha revalorizado a todos los jugadores.

ATAQUE, EL EQUIPO QUE MÁS ANOTA

Es muy curioso, y habla muy bien de Hardy, que en un equipo nuevo y con tantos jugadores tendentes al individualismo (Clarkson, Sexton, Beasley) estén funcionando a las mil maravillas en ataque. Son los que más anotan (118,8 puntos por partido) y los segundos con mejor ratio ofensivo. Su sistema ofensivo se basa en el desborde desde el exterior para crear desde ahí (4.º en drives) y doblar para el tiro (4.º en triples intentados). Un ataque de sistemas simples, pero que con tanto generador exterior les está funcionando. Además, cuentan con una rotación larga en la que muchos jugadores pueden anotar, lo que hace la ejecución de los tiros más imprevisibles. Tienen a seis jugadores que superan los 10 puntos por partido y otros tres que superan los 6.

Markkanen está jugando su mejor temporada (22,7 puntos, 8,8 rebotes) y Clarkson está muy acertado (18,6 puntos, 41% en triples). Otros jugadores como Olynyk, Sexton, Conley o Beasley están tirando menos, pero con buenos porcentajes. Will Hardy está sacando a su plantilla todo lo que tiene.

DEFENSA, AGUANTAN EL TIPO

Utah es el 10.º mejor equipo de la NBA en ratio defensivo, lo que le sitúa en la parte alta de la tabla, pero sin destacar demasiado. La baja de Gobert como ancla defensiva la están solventando entre Olynyk, Markkanen, Vanderbilt y el rookie Walker Kessler, un proyecto de cinco protector del aro muy interesante. Salvo este último, los demás tienen una cierta movilidad lateral que les permite cambiar en los bloqueos y salir airosos de emparejamientos difíciles. Por fuera, tampoco cuentan con especialistas, pero los Clarkson, Beasley, Sexton o Horton-Tucker tienen físicos privilegiados que dentro de un buen engranaje defensivo pueden ser aceptables gregarios defensivos.

Es difícil que Utah aguante en la parte alta de la tabla e incluso que se meta en playoffs, pero es una alegría que estos proyectos condenados desde su propia gerencia se rebelen contra su destino y muestren de lo que son capaces.

Sobre el autor

 
Antiguedad: 
8 años 8 meses
#contenidos: 
296
#Comentarios: 
694