Ya sabemos, si DON DINERO no vuelvo a estropear el panorama, que con casi toda probabilidad el próximo nº1 del Draft será un australiano de origen croata llamado Andrew Bogut, también sabemos que Milwaukee será su destino salvo más sorpresas.

En Solobasket quisimos enterarnos bien cómo juega este tipo y charlamos con un buen amigo, Antonio Rodríguez, periodista de Canal plus y especialista en NCAA. Ahí va lo que me contó:

“Andrew Bogut es un tío muy grande (dicen que es un 7 pies), que es tremendamente bueno, pero le falta la agresividad y el dar la vida por cada jugada, como podría hacer Amare Stoudemire, por poner un ejemplo. Digamos que al chaval le han enseñado “a la europea”, o sea, que a pesar de su estatura, de niño le enseñaron como a otro niño normal. No es eso de “tú, el alto, ahí abajo”. El “angelito” sabe botar muy bien, y tirar desde fuera, que eso a los “yankees” les encanta, y pasa muy notablemente en todas sus acciones, desde distintas posiciones, sobre todo el poste alto, que es lo primero que le enseñarían, supongo, puesto que ese gesto de “la triple amenaza”, o sea, colocar el balón correctamente a la altura del pecho, para que pueda penetrar, o pasar o tirar (por eso la triple amenaza), lo hace muy bien. Para que me entiendas, no es de los que se limita, cuando recibe el balón en poste alto, y lo sube encima de la cabeza, quedándole así una única opción: pasar. No, el chico sabe lo que se hace, y lo hace de forma instintiva.

Supongo que con los años, ha ido aprendiendo a jugar en las zonas y en posiciones de poste bajo. Tiene unos pies muy grandes, y como sus piernas no son muy potentes, los movimientos son relativamente lentos. Pero sabe hacerlos. Y usa extraordinariamente el cuerpo y codos para proteger el balón en los distintos pivotes y fintas que vaya a utilizar. Está muy, pero que muy cómodo de espaldas al aro. Y lo primero que hace cuando recibe, y no tiene el uno contra uno muy claro, levanta el balón y observa. Si ve pase claro al corte o al lado débil para una suspensión (otra cosa que fascina en
USA), lo hace. Sus movimientos son depurados, pero claro, con los “negracos” a los que se tendrá que enfrentar en NBA, por mucho y bien que utilice el cuerpo, le puede taponar un Steven Hunter o un Garnett, aunque utilice su gancho en suspensión.

En defensa, es más bien flojito. Eso de pegarse mucho tiempo con un tío, no tiene la fuerza mental para ello durante varios segundos. Al final acaba cediendo. Eso sí, bloquea bien a su par para el rebote defensivo. No es muy intimidador tampoco, aunque sabe cerrar las líneas de pase a los hombres interiores.

En ataque, por ejemplo, me falta verle un poco más para saber si domina la suspensión tras bote (finta, bote y tiro. Creo que lo hace bien, pero no me mojo), o si sabe ganar una posición y mantenerla, desde que el balón está en el lado opuesto del campo, hasta que pueda recibir con ella ganada. Tampoco recuerdo muy bien como continúa los bloqueos, algo que en la NBA, y en los Bucks en particular, le vendrá muy bien.

En ataque no todo es bueno. Digamos que lo del rebote ofensivo, o mejor dicho, los segundos esfuerzos, son totalmente desconocidos para él.
Eso de fallar un tiro, no tiene el instinto asesino como para luchar por su propio rechace. Cuando lanza el tiro, se relaja y nunca, pero nunca, lucha por el rechace, sobre todo, porque muchos de sus tiros no son bandejas, sino suspensiones cortas a 2-3 metros.

Por calidad, me recuerda un poco al Sabonis joven, aunque aquel tenía muchas mejores condiciones físicas. Y a veces, por apatía, pues también me recuerda a aquel Sabonis. Eso sí, hoy día, no se ven tíos interiores tan grandes con tanta calidad”.

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