Estaba siendo hasta el momento un verano algo escaso de traspasos (que no de ajetreo), y llegaron cuatro equipos a remover un poco el fuego. En este acuerdo a cuatro bandas destacan por encima de todos los nombres de Darren Collison y Trevor Ariza, pero para entender mejor el movimiento iremos por partes.
Sin duda el equipo que más pone sobre la mesa en este negocio son los New Orleans Hornets, que traspasaron a Darren Collison y James Posey a cambio de Trevor Ariza. Esta decisión implica dos puntos importantes: por un lado, apuestan todo a la continuidad de Chris Paul. Por otro, vuelve a subir el nivel de exigencia de un equipo que la temporada pasada dejó cierto sabor a decepción.
Decimos lo de la apuesta por Paul porque los Hornets se deshacen de un Darren Collison que en su temporada rookie demostró estar sobradamente preparado para darle recambio al base salido de Wake Forest. Con los rumores que situaban al CP3 fuera del equipo surgiendo de manera incesante, Collison representaba un pequeño consuelo. Sin él, la única esperanza de futuro para un proyecto que ya dio muy buenos resultados es asegurar la continuidad de su jugador franquicia.
Suben además un peldaño con la incorporación de Trevor Ariza, que después de no rendir al nivel que se esperaba en Houston, intentará recuperar su buena imagen aprovechando que en Louisiana volverá a un segundo plano en el que ya brilló con los Lakers. Su resurgimiento, junto a la salud de Paul y el rendimiento de Okafor, son los tres factores en los que reposan las esperanzas de Monty Williams para gozar de una buena temporada.
En un traspaso posterior, intercambiaron a Julian Wright por Marco Belinelli. Con la llegada del escolta italiano añaden un arma más a su batería de tiradores, al tiempo que refuerzan un puesto que tenía a Thornton como único inquilino. La preocupación será ahora conseguir un director de juego que pueda dar descanso a Chris Paul.
Las dos piezas que dejaron Nueva Orleans, Collison y Posey, recalaron en Indiana, que deja marchar a Troy Murphy. Larry Bird hizo uso de uno de los tantos jugadores en último año de contrato para dar carpetazo al incesante problema en el puesto de base. Desde los tiempos en que Jamaal Tinsley no estorbaba (y de eso han pasado muchos años), la posición de ‘uno’ ha sido un continuo quebradero de cabeza en Indianapolis, pero con la adquisición de Collison consiguen a uno de los más prometedores de la liga.
Al mismo tiempo, los Pacers intentan negociar la rescisión del contrato de TJ Ford, precisamente uno de esos intentos fallidos que han protagonizado estos últimos años. Un quebradero de cabeza al que se suma el del juego interior. Vista la superpoblación en las alas, parece que Danny Granger jugará muchos minutos como ‘cuatro’, puesto que a día de hoy, y Roy Hibbert a parte, las mejores opciones en la pintura de Indiana son Jeff Foster (16 partidos la pasada campaña), Tyler Hansbrough (de baja desde enero, aún no entrena con contactos) y Josh McRoberts.
Mientras tanto, Murphy jugará en New Jersey. Después de no poder fichar a ninguno de los grandes agentes libres de este verano, los Nets hicieron uso de su espacio salarial para reforzar el juego interior con la llegada de este ala-pívot a cambio de Courtney Lee. Un seguro de vida en el rebote con el que apoyar la labor de jóvenes Brook López y Derrick Favors. La llegada de Anthony Morrow cubrirá el hueco dejado por Lee.
Cerrando el círculo de este traspaso múltiple, los Houston Rockets reciben a este escolta de Western Kentucky a cambio de Trevor Ariza. Después de las renovaciones de Scola y Lowry, los tejanos necesitaban recortar salarios. Con este movimiento se espera que ahorren en torno a los 10 millones de dólares, pero el tiempo dirá si fue mejor traspasar al alero titular o renovar al base suplente. Tercer equipo en tres años para Lee, que inexplicablemente no ha logrado acomodarse en la liga a pesar de su gran inicio de carrera.
McGRADY INTENTARÁ RENACER EN DETROIT
Entiéndase bien. Es casi imposible que volvamos a ver a ese Tracy McGrady que una vez conocimos, pero al menos sí volver a ser un jugador aprovechable para una franquicia de esta liga. En ese intento, el otrora anotador indómito jugará la próxima temporada en los Detroit Pistons a cambio del mínimo para veteranos (alrededor de 1.35 millones de dólares).
Los continuos problemas físicos han terminado dilapidando su esplendorosa carrera y tras su paso con más pena que gloria por Nueva York, intentará redimirse en una Ciudad del Motor donde la pasada campaña ya vimos reverdecer a Ben Wallace (recién renovado ahora por dos años).
Su llegada, además, abre la puerta al traspaso de Rip Hamilton. No son pocas las veces que se ha mencionado la posibilidad de deshacerse de su gravoso contrato, toda vez que la reciente época dorada del equipo de Michigan ha tocado a su fin. Además, John Kuester cuenta bajo sus órdenes con otro producto de Connecticut, Ben Gordon, para cubrir su hueco.
Por último, queda mencionar la rescisión de contrato de Rahseed Wallace en los Boston Celtics. Después de que durante el verano se especulara con la intención de los ‘verdes’ de utilizar su contrato para conseguir reforzar la plantilla y vistos los reiterados deseos de Sheed por retirarse, jugador y franquicia han llegado a un acuerdo para ser cortado.