Si paseas por las calles de Badalona vas a respirar basket como en muy pocas otras ciudades de Europa. Vas a hacer un café y... oyes en la mesa de al lado a gente hablando de basket, en la del fondo también. Giras la esquina y observas a una niña con una camiseta del Minguella, Círcol Catòlic, Sant Pep, Badalonès, Sant Andreu de Natzaret o de otro club de la localida costera. Por la otra acera, un chaval que bota un balón de basket. Paseas por sus calles y fácilmente te encuentras a toda una Anna Cruz, un Ricky Rubio, Pedro Martínez, Carles Marco, Jordi Llorens, Dani García, Villacampa, Ferran Laviña...
Además de en la red, en esas mismas calles, durante el mes de mayo, se oían rumores de que el actual entrenador del Joventut de Badalona, Carles Duran, un ‘penyero’ de toda la vida, no estaría en su puesto el curso que viene. Por muy valiente, determinado y que sepa moverse en el fango de una jungla como es la del profesionalismo de los banquillos, este señor ha debido vivir un final de temporada (tanto como un tercio) difícil en la que debió coger aire cuando, de forma lenta, se consumió el pasado pero despiadado mayo, último mes en el que el club podía ejecutar una cláusula y cortarle.
En esas mismas calles resuena con mucha fuerza lo bueno y lo malo. Y las últimas semanas lo que se escuchaba era feroz para Duran. Tanto que dejarían en un mar de dudas a cualquier muy buen técnico de la Liga Endesa e, incluso, de Europa. Esas dudas que menguan la inteligencia, la proactividad y hacen que fácilmente hagas una mala toma de decisiones. Se rumoreaba que el técnico del Baxi Manresa y afincado en Badalona, Pedro Martínez, -formado como técnico a caballo del Sant Pep i la Penya-, podría volver al Joventut por tercera vez.Y más fuerte aún, se rumoreaba, y con más fuerza, que Zeljko Obradovic, -afincado en Alella, localidad a 10 kms de Badalona-, podría vivir su segunda etapa como verdinegre después de aquella inolvidable Liga Europea que consiguió en 1994. ¿Cómo podía competir contra ellos? Aguantando, sin mostrar un resquicio de debilidad o inseguridad, sin bajar el ritmo. Eso requiere toneladas de energía mental.
El trabajo que ha hecho Duran durante la temporada ha sido notable ganando un 60% de los partidos, consolidando a jóvenes como Dimitrijevic y, aunque a otro nivel, Parra o Birgander. También hizo debutar a Helmanis, Kraag, Maronka, Martí y Allen. Por ello, se ha ganado participar en la Copa, Playoff de la ACB y cuartos de final de la Eurocup, incluyendo la guinda final del pastel: forzar al Barça un tercer partido.
Actualmente estoy viendo una oscurísima pero trepidante serie en HBO llamada “Mare of Easttown” interpretada de forma magistral por Kate Winslet. Una inspectora de policía de un pueblo pequeño, el suyo, en el que parece que todo el mundo se conoce para mal. Duran vive en su Vilassar de Mar natal y, evidentemente, el escenario badalonés no es de un sólo color pero debe ser difícil conocer tanto tu entorno y conseguir centrarte en tu trabajo con la positividad necesaria para que la presión y las inseguridades del día a día no perjudiquen tu rendimiento, tu imagen, el trabajo de tanto tiempo. Ahora su contrato expira tras la temporada 2021-22, veremos en qué punto están todos los protagonistas de esta historia, por ahora, de nuevo está ante un proyecto excitante (¿Sin Dimitrijevic ni López-Arostegui?) como es ahora el de esta Penya libre de deudas. De lo que no hay duda es de que Duran lo volverá a luchar. Tipo duro, donde los haya.