Vaya titular, lo último que quiero transmitir es mal rollo a los aficionados verdinegres pero dejen que me explique. Entre otros equipos, he seguido la pretemporada e inicio de temporada del Joventut de Badalona. Klemen Prepelic, fichaje (cesión) de primera línea de la Penya es uno de los atractivos del mercado de fichajes de este verano. Es una máquina que, como demostró en el Europeo de 2017, puede competir contra cualquiera en el viejo continente aunque llevara un año, prácticamente, en blanco en el Real Madrid. Lo deja todo en la pista. En Badalona son especialistas en ‘resucitar’ a estrellas.

Un día antes de que en la retransmisión de Movistar+ apuntasen que Shawn Dawson volvería a mediados de noviembre, el club me había trasladado que no había una fecha establecida. Y es normal, tan sólo se puede ofrecer una previsión. A finalísimos de enero Dawson, después de uno de sus potentes saltos verticales, apoyaba todo su peso en una de sus piernas. La rodilla no aguantaría. Lo que parecía un esguince acabó siendo una lesión muy seria en el ligamento anterior cruzado. 8 meses después y tras operación el jugador sigue sin tener las garantías suficientes para poder saltar a la pista. Y cuando lo haga, necesitará un lógico tiempo para coger tono físico y de juego. Dawson estaba llamado a ser la segunda espada ofensiva del equipo, tal y como ejercía la campaña pasada. Junto a Todorovic y Laprovittola formaban un trío ofensivo y generador casi indefendible que colocó a los verdinegres en las primeras posiciones. Desde la lesión de Dawson (y Birgander) se perdió el equilibrio y la presión se trasladó a un binomio que se antojó insuficiente para batir sin especulaciones a cualquier equipo de la Liga Endesa. De hecho, perdieron en las últimas jornadas con los dos equipos que descendieron. Sin la brillante primera vuelta no habrían sido equipo de PO. 

Exclamarán… ¡Es pronto! Y no crean, tampoco soy dado a volverme loco a las primeras de cambio pero veo claramente que la situación actual es bastante peor que si nos pusiéramos en el hipotético caso de aquella Penya del solitario dúo ‘Lapro’- ‘Todo’ de la segunda vuelta en la que ya faltaba talento. Las razones son muy simples, ese fantástico dúo era mejor que el que forman actualmente Prepelic y Omic. No  por demérito de los eslovenos que sí por la estelar calidad  de los anteriores. Otro hecho a tener en cuenta es que los de Carles Duran esta temporada doblan competición participando en la también exigente Eurocup.

Diría que estamos ante una Liga Endesa de las más potentes de la última década y más allá, como están demostrando con su excelente rendimiento los dos equipos recién ascendidos Coosur Real Betis y RETAbet Bilbao. Por arriba, un par de superequipos inalcanzables, luego otros potentes Euroleague y ya un sin parar de escuadras bien conjuntadas lo que les otorgará un palpable equilibrio. Y ahí es donde está la clave de este ensayo, el EQUILIBRIO. Prepelic gasta casi 20 tiros de campo y 6 o 7 tiros libres. No sé si será posible pero, en Badalona deberían apresurarse por encontrar un jugador referente. Tienen una plaza de extracomunitario libre, es indispensable sumar a otro puntal ofensivo. Que pueda generar para él y los demás, que intimide, que ayude en rebote… en fin, un Dawson. El Joventut de Badalona ha arropado a Prepelic con excelsos jugadores de equipo y jóvenes de un potencial esperanzador pero ninguno de ellos puede sostener sobre sus hombros el jugarse la última bola con garantías y acompañar a Prepelic en momentos de sequía anotadora cuando las defensas rivales le echan el cerrojo al genial escolta esloveno. Les falta pólvora.

Sobre Prepelic también cae un reproche, su ansiedad, principal defecto de aquellos líderes mediocres. La detecto en esto momento lo que no significa que no pueda mejorar, más estando en los primeros compases de competición. Contra el Real Madrid, Carles Duran le envió al banquillo tras un mal gesto hacia el propio técnico. Duran le había discutido otro mal gesto sobre el joven Zagars. Prepelic le había pasado el balón al contraataque antes de que el letón le estuviera mirando. Lejos de reconocer su error por la pérdida de la pelota, le recriminó con malas formas al ‘chavalín’. En pretemporada, le vi también sobreexcitado, por llamarlo de alguna forma. 

¿Y si no hay dinero? ¿Y si no se encuentra a ese jugador? Encomendarse a los dioses, que el Joventut se convierta en una especie de aquel Limoges dirigido por Boza Maljkovic a principios de los 90. Con un único talento ofensivo, Michael Young, y 11 guerreros crearon el llamado ‘antibasket’, llevando todos los partidos a 50 o 60 puntos. Sólo así consiguieron ser campeones de Europa ante el Real Madrid de Arvydas Sabonis y la Benetton de Toni Kukoc

Los verdinegres han encajado un promedio de más de 91 puntos en pretemporada y en los dos partidos de liga que llevamos. Esos excelsos jugadores complementarios también deberán demostrar que lo son asumiendo alguna responsabilidad más ofensiva pero, fundamentalmente, dando tres pasos adelante en defensa.