Pese a tener contrato para seguir la Euroliga, ha dejado caer una inesperada posibilidad: alejarse por completo del continente para emprender una nueva etapa en destinos tan insólitos como Japón o Costa Rica. El cambio de prioridades, el desgaste acumulado y las ganas de vivir con más calma parecen marcar el próximo paso en su carrera.

NIKOLA KALINIC NO DESCARTA DEJAR ATRÁS LA EUROLIGA

El protagonista de esta sorprendente intención es Nikola Kalinic, actual jugador de Estrella Roja y ex del Barça Basket. En una entrevista con Sportal, el alero serbio abrió la puerta a cerrar su trayectoria profesional en lugares alejados del foco mediático:
“Normalmente he cumplido contratos, no hay motivo para no seguir, pero no descarto que me canse de toda esta atención y del baloncesto y me vaya a algún sitio a jugar, a Holanda con Johnny Stulić o a Japón o a Costa Rica o a algún sitio”.

“Dejo todo abierto, pero digo que tengo contrato así que lo más probable… la mayor posibilidad es que siga con todo“. A sus 33 años, Kalinic ha disputado algunas de las competiciones más exigentes del mundo, como la Euroliga y la Liga Endesa, y ha sido pieza clave en equipos de primer nivel como Fenerbahçe o el propio Barça Basket. Sin embargo, tras varios años en la élite, comienza a valorar otras motivaciones más allá del rendimiento deportivo

LO QUE NO LE GUSTÓ EN BARÇA BASKET Y SU REGRESO A CASA

En su conversación con el medio serbio, Kalinic también fue autocrítico sobre su paso por el club azulgrana: “A lo largo del año han pasado algunas cosas que no me gustaron. Por lo cual creo que, si quieres estar en todas las Euroligas, competir por títulos, simplemente no hay que permitir esas cosas, que son cosas de concentración, de disciplina”.

Bajo la dirección de Roger Grimau, el Barça Basket compitió a lo largo de la temporada, pero no fue capaz de demostrar su valía en los momentos de la verdad: “En Barcelona ciertamente es un fracaso, no ganar en en cuartos de final, en los playoffs de la Euroliga. Más la liga española, así que… ya hablaremos después de la temporada o la que viene, de si fue una decisión inteligente o no, pero así es el baloncesto, así es toda la vida. No voy a dar un juicio final todavía, sobre si es una buena decisión o no”.
 
Su regreso a Estrella Roja, el tercero en su carrera, fue más discreto en forma pero muy significativo. Según el propio jugador, se trató de una mezcla entre motivación competitiva y conexión emocional con el club. “Volví porque sentía que algo especial se estaba formando, y porque quería terminar lo que una vez comencé”, explicó.