A veces, el silencio dice más que una lista de ofertas. Lo que comenzó como un rumor alimentado por su paso por Barcelona ha mutado en certeza: un ala‑pívot que fue opción azulgrana podría ahora enfrentarse a los culés en competencias continentales. Su voz al despedirse del Palau sugiere que su historia no termina ahí: “este no puede ser el final de nuestra historia”, dijo, apuntando a un ancla sentimental que lo une al club. Ahora, ese jugador parece llamado a reconfigurar alianzas y fortalecer rivales.
De Barça Basket al AS Mónaco: el salto más lógico del mercado Euroliga
Chimezie Metu, de 28 años, encontraba en Barcelona su nuevo hogar europeo en la temporada 2024‑25. Pero la rotura del tendón de Aquiles complicó con polémica su relación con los culés. Tras meses de negociaciones truncadas con Fenerbahçe, finalmente aceptó la oferta del AS Mónaco, quedando cerrado el acuerdo que lo unirá a Nikola Mirotic bajo la batuta del entrenador Spanoulis, en un vestuario repleto de figuras europeas.
En términos deportivos, su rendimiento previo no fue despreciable: promedios de 11 puntos y 4,8 rebotes en Euroliga, con un 36 % en triples, y en ACB alcanzó los 13,2 puntos con un 43,1 % en lanzamientos de tres antes de la lesión. Su contratación no es solo un refuerzo físico, sino una declaración de intenciones por parte de Mónaco para reforzar su línea interior y apuntar alto en Europa.
Las cuentas pendientes de Chimezie Metu
Su vuelta a la Euroliga es algo más que simbólica: era “LA APUESTA” del Barça Basket, pero despidió con nostalgia, fue puesto en duda durante demasiado tiempo y ahora puede convertirse en rival directo. A Chimezie Metu nadie le quita de la cabeza que no fue bien tratado y ahora tiene razones para luchar con más intensidad.
En ese contexto, su lesión curiosamente puede servir como aliada: el tiempo de recuperación le provee margen para integrarse con calma, sin la urgencia de rendimiento inmediato exigido por algunos equipos. Si recupera su ritmo anterior y mantiene confianza, podría enfrentarse al Barça Basket en fases decisivas de Euroliga y demostrar que los cruces no solo son deportivos, sino también personales. Un rival concebido desde el resentimiento, animal herido es doblemente peligroso.