El Barça Basket, tras dos temporadas de altibajos, vive momentos de una felicidad moderada. La llegada de Xavi Pascual al banquillo ha devuelto al equipo culé un carácter competitivo: cuatro victorias consecutivas en Euroliga y la visita de Baskonia al Palau Blaugrana en el horizonte para intentar prolongar la racha positiva. La transformación ha sido especialmente defensiva: el Barça se ha convertido en un equipo muy activo, con fundamentos claros y roles bien definidos. Esta definición ha beneficiado especialmente a un jugador.

Darío Brizuela, dueño de la segunda unidad

Desde su llegada a Barcelona, Brizuela ha funcionado a tirones, condicionado por lesiones y por los problemas defensivos del equipo en las últimas tres temporadas, que le impidieron mostrar todo su potencial. Con carencias defensivas, pero un volcán en ataque, ahora, gracias al sistema de Xavi Pascual y al paso adelante de todo el equipo en defensa, Brizuela ha eclosionado ofensivamente. El martes en París fue el escenario ideal: 18 puntos en 19 minutos, 3 asistencias y 16 de valoración. Frente a ASVEL sumó 12 puntos en 14 minutos; frente a Estrella Roja, 17 en 14 minutos.

Xavi Pascual es un entrenador de roles y jerarquías, y el de Brizuela parece estar claro: tiene las llaves ofensivas de la segunda unidad sin limitaciones. Parra y Miles Norris se encargan de las tareas defensivas, y también Punter y Clyburn han dado un paso adelante en ese sentido. A la mamba vasca no se le pide tanto atrás; su papel está delante: desatascar y comandar ofensivas.

Talento ofensivo al servicio de la defensa: ¿hasta donde puede llegar el nuevo Barça Basket?

El Barça de Xavi Pascual ha mejorado notablemente en defensa, aunque a nivel ofensivo el equipo aún no ha cambiado sustancialmente. Los jugadores disponen de mayor tranquilidad y libertad ofensiva, porque saben que la defensa del equipo reduce significativamente las opciones del rival. Solo Olympiacos ha superado los 80 puntos en esta serie de partidos, mientras que el Barça Basket ha superado esa cifra en los cuatro encuentros que ha ganado. La fórmula es clara: responsabilidad defensiva individual para obtener libertad ofensiva. De momento, el equipo cree en el sistema y los resultados lo reflejan.

El mercado de enero debe servir a la dirección deportiva para respaldar al nuevo entrenador y traer piezas que ayuden a consolidar su idea de juego. Se necesitan jugadores con capacidad defensiva para ampliar la rotación. Willy parece recuperado, Brizuela ha vuelto a mostrar síntomas del tremendo jugador que podría ser si fuera regular, pero conviene pensar en salidas. Fall, Juan Marcos o Miles Norris tampoco han contado demasiado con Xavi Pascual. ¿Llegarán nuevas incorporaciones?