La
Virtus Bolonia ha sido sacudida por un nuevo cambio en su banquillo tras la
dimisión de Luca Banchi, anunciada en el vestuario inmediatamente después de la derrota ante el ALBA Berlín en Euroliga. Este movimiento, el segundo en pocos días dentro de la competición tras el cese de Sasa Obradovic en AS Monaco, evidencia la creciente presión en la máxima competición continental que se da habitualmente por estas fechas.
LUCA BANCHI RENUNCIA CON TENSIONES INTERNAS EN VIRTUS BOLONIA
La derrota frente al ALBA, que dejó a Virtus en el último lugar de la clasificación con un pobre balance de 2-11, fue la gota que colmó el vaso en una relación deteriorada entre
Luca Banchi y la directiva. Según reporta
La Gazzetta dello Sport, la convivencia entre el técnico toscano y Paolo Ronci, CEO del club, era insostenible, con
tensiones agravadas por la falta de apoyo dentro del vestuario, donde solo Marco Belinelli se mantuvo del lado de Banchi.
Además, problemas con jugadores clave, como el
enfrentamiento con Will Clyburn al inicio de la temporada, dificultaron aún más la gestión del equipo, que ha mostrado una preocupante falta de consistencia tanto en la Euroliga como en el campeonato doméstico.
PRIMER CANDIDATO PARA LA VIRTUS: SASA DJORDJEVIC
La Virtus ya está en búsqueda de un reemplazo, y el nombre que más resuena es el de
Sasa Djordjevic,
exentrenador del equipo entre 2018 y 2021. Djordjevic dejó huella en su etapa anterior, conduciendo al equipo al título de liga en la temporada 2020-21. Sin embargo, su posible regreso estaría condicionado por la
exigencia de un contrato plurianual, lo que podría complicar las negociaciones.
Otro nombre que surge entre rumores es el de
Sasa Obradovic, quien recientemente dejó el AS Monaco tras un inicio de temporada irregular. La posibilidad de contar con un técnico con experiencia reciente en Euroliga podría atraer a la Virtus, aunque Djordjevic parece llevar una clara ventaja en las conversaciones iniciales.
UN PROYECTO EUROLIGA EN CRISIS: BARALDI TAMBIÉN EN DUDA
La Virtus Bolonia atraviesa un momento delicado, no solo en lo deportivo, sino también a nivel institucional. La renuncia de Banchi podría no ser la única, ya que el CEO
Luca Baraldi estaría evaluando su continuidad tras recibir críticas de los aficionados.
La situación deja al club en un punto de inflexión, obligado a tomar decisiones rápidas y estratégicas en la directiva para enderezar el rumbo en la temporada y recuperar la confianza de su parroquia, que expresó su descontento con abucheos en el Segafredo Arena tras la última derrota en Euroliga.