Partizan sigue viviendo en una película. Tras las escenas casi cinematográficas que dejó el adiós de una leyenda como Zeljko Obradovic, con un enfrentamiento evidente con el vestuario y la consiguiente reacción de la afición, el equipo encadenó dos victorias consecutivas y dejó algunas imágenes de aparente unión. Sin embargo, tras la derrota frente a la Virtus en Euroliga, las confrontaciones volvieron a primer plano. Y para mantener el circo en marcha, ahora todo apunta a la llegada de otra superestrella.

Cameron Payne, el elegido para intentar salvar los muebles en Partizan.

Cameron Payne está muy cerca de convertirse en nuevo jugador del Partizan, según avanzó Matteo Andreani. Es una operación que ya se había estudiado antes esta temporada. El base estadounidense, de 29 años, ha pasado a lo largo de su carrera por franquicias como Thunder, Bulls, Cavaliers, Suns, Spurs, Bucks y 76ers. Todo indica que será otro nombre más en la lista de jugadores que cruzan el Atlántico para probar suerte en Europa. Su mejor etapa llegó en los Phoenix Suns, especialmente entre 2020 y 2022, donde fue una pieza clave desde el banquillo de un equipo aspirante al título y finalista de la NBA en 2021.

Payne es un base claramente anotador, con mentalidad ofensiva, buena lectura del juego en transición y experiencia en escenarios de máxima exigencia. Un perfil que encaja con el Partizan actual, un proyecto necesitado de liderazgo exterior y de resultados inmediatos que aporten tranquilidad y permitan reconducir el rumbo.

Cameron Payne, otro gallo en un vestuario alborotado: el caso Jabari Parker

Payne aterrizaría en un vestuario que continúa en el ojo del huracán. Grandes nombres que no han sabido, o no han querido, entender lo que supone jugar para una afición tan exigente como la serbia. El ejemplo más evidente es Jabari Parker. Tras su salida conflictiva del Barça Basket y ser uno de los jugadores señalados en el tramo final de la etapa de Obradovic, volvió a situarse en el centro del foco por sus declaraciones después de no disputar ni un solo minuto en la derrota frente a la Virtus en Euroliga.

“Soy uno de los mejores jugadores de Europa. Lo más importante es jugar. Aquí o donde sea”. Palabras del estadounidense que difícilmente habrán sentado bien a una afición ya muy crítica con su rendimiento. Ahora llega Cameron Payne, un jugador acostumbrado al ecosistema NBA y con la intención de reivindicarse desde el primer día. El escenario en Partizan parece reducirse a dos desenlaces posibles: o el éxito inmediato que estabilice el proyecto, o la implosión definitiva de una estructura que ya muestra señales claras de derrumbe.