El Real Madrid afronta los playoffs de Euroliga hacia la Final Four de Berlin habiendo sido el gran dominador de la fase regular, líder indiscutible, y eso le hace ser el equipo a batir, además si tenemos en cuenta que parte como vigente campeón de la máxima competición europea, y de que fue capaz de remontar a Partizan la temporada pasada. Una eliminatoria que incluyó polémica, pero que levantó a los blancos.
Vincent Poirier desvela que el Real Madrid recibió amenazas de muerte
En esta temporada, Vincent Poirier es uno de los que se ha reivindicado y ha recuperado su mejor versión con mayor continuidad sin lesiones de por medio, y siendo capaz de tener protagonismo junto a Edy Tavares en su tercer año como blanco. En una entrevista con Basket News, el francés se ha pronunciado sobre el incidente del segundo partido entre Real Madrid y Partizan en el Wizink center.
En aquellos momentos la eliminatoria de playoffs de Euroliga estaba 2-0, y esto cambió el devenir para que el Real Madrid acabara levantando su undécimo título en Kaunas. Poirier, sin embargo, fue uno de los que no intervino directamente y recuerda las razones: “Recordé que esos eran partidos importantes. Me levanté del banquillo y pensé: ‘Si se van a pegar, mucho no puedo ayudar porque me voy a meter en un problema. Si me quedo en la banda y después tenemos que jugar el partido o repetirlo, lo que sea, ahí sí estaré disponible”.
protegiendo al WiZink
— Liga Endesa (@ACBCOM) April 14, 2024
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Si bien, el jugador interior francés admite que hubo complicados momentos cuando tuvieron que ir a disputar el partido en Belgrado tras lo sucedido: “Fue una locura porque todos estábamos recibiendo amenazas de muerte. Tuvieron que contratar a muchos empleados de seguridad para ir con nosotros. Nos recogieron en el aeropuerto y directamente al hotel. Cuando fuimos al calentamiento prepartido estaba abarrotado de gente gritándonos. Como jugador de baloncesto tienes que dejar a un lado esas emociones, sean o no en contra de ti, pero es una locura jugar en esa atmósfera. Ahora sé que siempre que juguemos allí con el Madrid va a ser así”, sentencia.
Con eso, Vincent Poirier, sin embargo, prefiere quedarse con los aficionados que los trataron como jugadores de baloncesto: “Pero no tengo verdaderos malos recuerdos. El Partizán controló muy bien a los aficionados, no tuvimos mayores problemas, pero obviamente siempre hay alguien que insulta y hace algún gesto que no te gusta. No fui atemorizado: me hice fotos, firmé autógrafos, etc. Allí el baloncesto lo viven de una manera diferente a la que otros estamos acostumbrados, es como una religión para ellos”, explica en la charla con Donatas Urbonas en Basket News.