Dwayne Bacon, que se vio recientemente envuelto en problemas con Mike James por una fiesta en Atenas que les pasó factura, aterrizó en la Turkish Airlines Euroleague como un cohete. Su breve paso por el AS Mónaco en su debut europeo -al igual que el club monegasco- fue prometedor y un aviso de lo que se vendría en la próxima temporada. El escolta firmó este verano en el Panathinaikos. Al no lograr la forma de permanecer en la NBA y continuar su estancia en su país natal, el americano puso rumbo a la máxima competición europea para sacar a flote su carrera deportiva.
Con el histórico club griego, el jugador esta siendo una de las piezas más destacadas de la Euroliga, con números en ataque que le colocan entre los líderes de las listas estadísticas individuales. A día de hoy, es segundo en puntos por partido (17.2) en 23 partidos jugados. Es cierto que el Panathinaikos no está dando la talla para la plantilla que de la que dispone, pero Bacon, gracias a su rendimiento y rápida adaptación al juego europeo, ha abierto una veda para instalarse durante mucho tiempo en una Euroliga que traerá cambios muy pronto.
An awesome 31pts last night...
— Turkish Airlines EuroLeague (@EuroLeague) December 9, 2022
Dwayne Bacon was outstanding for @paobcgr #EveryGameMatters pic.twitter.com/t1LUqBZ8oK
DWAYNE BACON Y UN PROBLEMA COMÚN
El problema reside, precisamente ahí. El escolta tan solo lleva año y medio en Europa y la morriña parece poder con él en ocasiones. Habiendo pasado toda su vida en EE.UU., Bacon firmó con el Mónaco tras haber jugado tres temporadas con los Charlotte Hornets y otras dos con los Orlando Magic. Pese a firmar buenos números para un jugador de rol en en su última campaña, con 10.9 puntos y 3.1 rebotes por partido, el americano se vio obligado a separarse de su familia para darle continuidad a su trayectoria.
Incluso los mejores posicionados deportivamente en la competición sufren de problemas personales que les pueden afectar en su rendimiento. Aunque sus actuaciones con el Panathinaikos están siendo más que notables, Bacon, actualmente lesionado con un esguince de tobillo, se sinceró a través de sus redes sociales sobre su malestar con esta situación:
"Extraño mucho a mis hijos. A veces pienso en retirarme solo para estar cerca de ellos. Solo tengo 27 años y me encanta el baloncesto, pero es difícil estar aquí fuera de los EE. UU. Cuando tienes hijos, también tienes responsabilidad. Claro, el dinero es bueno, gano más en Europa que algunos jugadores en la NBA, pero la familia está por encima de todo. No digo que me retire, me gusta mucho aquí, es solo que es difícil estar tan lejos de ellos."
Foto de portada: Eurokinissi / Icon Sport