Darryl Middleton aún vive del baloncesto aunque la enciclopedia ACB no lo contemple. A pesar de tener 39 años, el de Queens consiguió ganar la confianza de los directivos rusos del Dynamo St. Petersburgo para firmar por 2 años (el último opcional).

También estampó su firma bajo el beneplácito del entrenador griego, Fotis Katsikaris, quién lo conoce perfectamente al haber jugado multitud de veces contra él cuando entrenaba al AEK Atenas. Con ellos tendría la posibilidad de jugar la FIBA EuroCup

La temporada pasada tuvo problemas de salud a raíz de una neumonía, pero eso no le impidió desaparecer del mundo de la canasta, se recuperó a tiempo para hacer la pretemporada con su nuevo equipo.

Middleton es un prodigio de la naturaleza y así lo entienden en Europa. Un jugador de mucha efectividad y menos estética. Muy inteligente sabiendo ser dominador en la pintura ACB durante una decena de años con pocos centímetros (2.02) y poco peso. Zelko Obradovic ha dicho multitud de veces que “es el mejor profesional que he entrenado nunca“.

Introvertido, tímido, responsable, profesional como pocos. En verano, descansa 15 días cuando regresa a Houston, donde están sus hijas y su mujer, se instalan allí todo el verano. Después de los 15 días de descanso, empieza a entrenarse junto a su amigo y preparador fisco personal hasta el último día que viaja a Europa otra vez.

Con la ACB en la retina
El pívot tiene una casa en Girona, de hecho, su mujer, Caty, es propia del lugar. Los que han deleitado sus platos aseveran que es un enfermo de la cocina; dicen que cocina como los ángeles. Que hace platos típicos sureños de comida tradicional americana. Su restaurante preferido es el Hoffman, escuela de alta cocina en Barcelona… los mismos también aseguran que volverá a jugar en España antes de retirarse.