La Liga de Baloncesto de Malta no es de las que llaman la atención, no tiene la calidad suficiente para atraer ningún tipo de foco mediático, pero en el día de hoy está siendo protagonista por un lamentable hecho.

En mi amplia vida como aficionado al mundo de la canasta he visto muchos partidos malos, horribles, horrendos, llenos de errores, en los que era complicado conseguir una canasta…. pero no he visto nunca uno en el que sea tan evidente que se está jugando a fallar para mantener un resultado.

El partido en cuestión, correspondiente a la última jornada de la Serie A de la liga maltesa, tenía a Despiro y Hibernians como equipos protagonistas. El maracador final fue 69-68, algo que en un partido de máxima rivalidad, como hemos visto este fin de semana en la final de la Copa Princesa LEB, no es extraño, resultado que a ambos equipos beneficiaba para tener un cruce en playoffs más asequible, no sólo por la victoria del Despiro, sino por la deiferencia de puntos y los puntos anotados/encajados.

Todo se podría haber quedado en una carambola de grandes dimensiones si los protagonistas no hubieran representado un final de partido que puede clasificarse de bochornoso esperpento deportivo.

Los últimos seis minutos y medio son un claro reflejo de la poca éitca deportiva, y su vez de la falta de tanto, de los dos conjuntos. Todo unn recital de pérdidas delibaradas, tiros desde más de 8 metros o posesiones agotadas de forna reiterada en las que ni siquiera se hiciera una aproximación al aro para mantener el electrónico invariable durante la recta final del partido. 

Tras el bochornoso espectáculo, que no paso desapercibido en redes sociales, la Asociación de baloncesto de Malta ha decidido actuar de oficio y descalificar al Depiro y al Hibernians de la competición. Las razones esgrimidas para tomar esta decisión han sido, según se puede leer en la nota oficial: “No mantener el nivel y la integridad esperados por el consejo de la Asociación” y “desacreditar gravemente el juego y el baloncesto maltés”.

Todos los jugadores que particparon en el partido han sido sancionados con tres partidos, mientras que ambos entrenadores, James Bamfield y Mario Tabone, no podrán dirigir un partido de la Liga de Malta hasta el final de la temporada 2022 y 2023.