La historia ya se conoce, pero nosotros le explicaremos cómo están las cosas actualmente. En estas líneas cabe el ejemplo de estos aventureros que siguen a su corazón de balón. Como saben, son cuatros jugadores cubanos. Sus nombres: Taylor, Geoffrei, Grismay y Georvis. Saben que están renunciando a muchas cosas importantes pero también aceptan y conocen las reglas: hay veces que debes jugártelo todo a una carta.
Recordamos que consiguieron separarse de la expedición de la selección cubana en el pasado amistoso ante España del 15 de agosto en Gran Canaria. La fuga se llevó a cabo a pesar de las medidas de seguridad a las que era sometido el grupo. Se dice que no les dejaron ni ducharse tras dicho partido. Pidieron asilo político y se convirtieron en desertores en su país por intentar hacerse con una oportunidad para ser profesionales del baloncesto. En cuba, su sueldo era de 10 dólares al mes.
El próximo 24 de octubre se suponía que se liberaría la resolución de su caso: asilo político para ellos, o NO. El asunto se ha estirado hasta el 9 de noviembre. “No lo pienso mucho, cuando llegue el momento, si no puede ser nos explicarán qué hay que hacer” explica Taylor García, cómo si sintiese que ese no fuera a ser su camino.
Nos paramos en el mismo chaval: Taylor, por actuar como vocalista de los cuatro jugadores. Para el que aquí reúne algunos pensamientos, eso denota liderazgo y valentía. El base nos atendía desde la localidad canaria de Vecindario a donde ha vuelto junto a grismay y georvis después de su intento fallido en Barcelona por conseguir un equipo que apostara por ellos: “Ahora mismo me estaban cortando el pelo los bomberos, estoy en la estación”. Hay que buscarse la vida pero reconocía que “nos hemos sentido muy bien. Hubo gente que nos compró la compra, Ismael nos alojó y también por un familiar suyo podemos entrenar en el Pabellón Municipal cada día”. Dice orgulloso que trabajan duro mientras esperan: “corremos para hacer resistencia, tandas de tiro, jugamos entre nosotros y hacemos pesas”.
Cuenta que hablan casi cada día con la familia: “están preocupados pero les hemos calmado un poco”. No quiere pensar en exceso.
Taylor tiene tan sólo 22 años y mide 1.82. Se define como un base “con habilidades, inteligente, buen pasador y rápido. Sé que debo mejorar mi tiro corto (media distancia). Al principio, con la selección, tenía 19 años, tuve la oportunidad de jugar contra Carlos Arroyo y Juan Barela y no lo hice mal, me sentí bien. También estuvo muy bien jugar contra España”.
Inteligencia y talento en el poste: Geoffrei Silvestre, el mejor
Silvestre es un 2.02 potente con mucho talento. El mejor jugador de Cuba, el antecesor de los Andrés Gibert (primer cubano en jugar en la NBA. El honor fue para los Timberwolves), Lázaro Borrell (ambos ex NBAs) o un base grande de gran clase que no tuvo tanta trascendencia llamado Ángel Caballero. Estos últimos también dieron el paso. No siempre fue así, en Cuba perecieron como jugadores de elite otros tantos por no competir con los mejores a pesar de… ser los mejores de la isla. No me quito de la retina al interminable Félix Morales, mal viviendo a su más de medio siglo de edad por arrastrar sus desnutridos 2.10. Unos párrafos más abajo, revisaremos su caso y el de otros.
Con Raúl Castro la presión se ha acentuado y Silvestre quería saber si era tan bueno. Tiene 30 años y el tiempo juega en su contra. En los juegos Centroamericanos del año pasado fue capaz de endosarle 29 tantos a la República Dominicana de García (Sacramento Kings), Horford (Atlanta Hawks) y Jack Michael (un reboteador con cartel en Europa). Luego destrozó a Panamá con 43 puntos para acabar siendo el segundo máximo anotador del torneo. Taylor nos ayuda a conocer a Silvestre: “juega de alero-pívot pero tiene muy buen tiro. Es un jugador muy completo. Es muy buen atacante y es el mejor jugador de la selección de Cuba y, ahora mismo, es el mejor jugador cubano”.
A¿Pero GS es tan bueno?
En los inicios de la historia Silvestre partió su destino y se quedó en Tenerife entrenando con el equipo dirigido por Iván Déniz que disputa la LEB Oro para luego firmar con el Plasencia una vez conseguido el transfer. Solobasket.com habló con el técnico para que nos trasladara sus impresiones y no dudo en asegurar que “es muy, muy bueno para jugar como extracomunitario. En la liga (Adecco Oro) no hay jugadores norteamericanos como él. Es muy listo. No habla mucho pero lo tiene todo controlado”.
Además asegura que “es muy intenso y tiene una gran ética de trabajo”.
Martín Calvo, su actual compañero de equipo en Plasencia nos comenta que “aunque aún se está adaptando va a ser un referente para la Plata y tiene calidad suficiente para jugar en Oro. Se está ajustando en defensa, porque viene de una liga en la que casi ni existía pero mejora. En ataque es diferente, tiene mucha calidad. Es muy bueno tiene muchos recursos. Va aprendiendo cada día con los pasos y no precipitarse”. Siendo un jugador muy difícil de parar “dímelo a mí que tengo que defenderle en los entrenamientos, aún así se sorprende de las defensas pero seguro que progresará” asegura convencido el ex canterado del Granca que también está teniendo un buen papel en el equipo.
Así son el resto de jugadores
Taylor continuó describiendo a sus compañeros siguiendo con Elias (2.00/81/escolta-alero): “Juega fuera y es alto. También es un jugador muy completo, con buen tiro, rebotea y físcamente es bueno también, salta mucho”.
Finalmente nos habló sobre el más novel: Premier (2.02/88/ala-pívot y pivot). “Es muy joven. Piensa que lleva no más de tres años jugando y lleva dos en la selección, así que ya sabes, el chico aprende muy rápido”. A cerca de sus características de juego reconoció que aunque aún tiene que aprender “va fuerte al rebote. Es bueno bloqueando y tira bien desde media distancia. Debe mejorar su juego de pies”.
Talento perdido: Félix Morales
Siguiendo con mi pequeña obsesión retomo el caso de Félix Morales a quién recordaba perfectamente, ya muy veterano, jugando el Preolímipio de Barcelona’92 en Portland. Estilaba unas rodilleras más propias de un portero de hockey que de un jugador de basket. Fueron el primer equipo que se enfrentó al Dream Team en competición oficial. No hubo piedad, les pasaron por encima: 136-57. Morales (7 puntos y otros tantos rebotes) vio volar por encima suyo a Robinson, Barkley, Drexler (que fue el mejor con 20 puntos y 11 asistencias) Malone y cía.
Morales, uno de los pocos jugadores de gran estatura en la historia del ‘basquetbol’ cubano, nunca escapó de la revolución. Hace 25 años corrían otros tiempos. Actualmente no se le localiza ni en la Habana, sino en una provincia: Cárdenas, a 9 kilómetros de Varadero. Para los que no les alcance el recuerdo o los más jóvenes decirles que FM tenía una gran envergadura y buen timing de salto. Destacaba por su gran intimidación y podía jugar por encima del aro. Tan sólo desarrollo un tiro cercano por las pocas necesidades del momento para un center, hablamos de finales de los 70, los 80 y un pedacito de los 90.
Cabe anotar que Morales tuvo un pequeño permiso para que en la segunda década de los noventa se le permitiera jugar en
Brasil. Me comenta la enciclopedia viviente Miqui Forniés que: "Jugó bien, aunque no recuerdo si jugó en el Vasco de Gama o en Flamingo pero salió con 28 años. Era un pivot sobrio, seguro que habría triunfado en Europa".
Antonio Rodríguez, periodista de Canal+, que estuvo en su casa un par de veces, me contó que “cuando se retiró lo vi muy mal, muy delgado. Es que casi no comía. Mucho arroz y algo de pollo. En cambio, la segunda vez que lo vi estaba fenomenal. Le pregunté por su nuevo aspecto y me respondió que había vuelto a jugar a los 49 años en la liga nacional y comía muy bien” pero sus rodillas muy mal, claro.
Charlando con Antonio, empezamos a ‘hipotetizar’ sobre qué habría sido de Félix si se hubiera formado en alguna universidad norteamericana o simplemente si hubiera salido de Cuba para jugar en Europa. Sabemos que ofensivamente era un jugador limitado, pero cómo sería su juego si hubiese competido junto o en contra de los mejores durante todo el año en lugar de esporádicamente en Olimpiadas o juegos Centroamericanos/Panamericanos.
Recuerdo a otro gran intimidador como Fernando Romay declarando: “cuando Morales saltaba sabías que tenías que tirar el balón muy alto”. Según Antonio, el bueno de Félix aún guarda como oro en paño algunas fotos en las que sale jugando ante USA en los 80. Y no es para menos, se emparejaba con el All Star NBA Ralph Sampson de 2.23 de altura. “Se lo hizo pasar mal a Sampson” recuerda Antonio.
Si nos sumergiéramos en la época ochentera observaríamos que en Europa se fichaba al jugador foráneo anotador. No obstante, encontramos un paralelismo entre Morales y Granville Waiters, el segundo era un sietepiés de corte defensivo de lo más unidimensional que jugó para Aíto en el F.C. Barcelona y más tarde en Bilbao. Waiters tuvo sus momentos de gloria en su país por enfundarse, que no sudar, varias camisetas de la NBA. Antonio cree que Morales era mejor que Waiters. Un servidor tiene la fijación de que si Morales hubiese sido el jugador entrenado por Eldon Miller en la prestigiosa Ohio State, campus donde Waiters estudió, rodeado de tíos como Herb Williams o Toni Campbell, el cubano hubiera ido al choque de otra forma y se hubiese convertido en un especialista en la NBA de los 80.
<f>Otro para la lista
“Recuerdo a otro gran jugador que se quedó en Cuba: Leonardo Pérez. Era un base muy bueno. Tiraba muy bien de fuera. Un base anotador” comenta Antonio y continúa “también es curioso el caso de Ruperto Herrera, otro de los mejores jugadores de la historia de su isla, Fidel lo hizo ministro de deportes y el nunca abandonó su país pero su hijo sí lo hizo. Pidió asilo político hace ya unos añitos en Toledo“. Ruperto hijo, aún anda jugando por Argentina si no me fallan mis apuntes.
Leí que el mayor error del ser humano es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón ¡Mucha suerte a los cuatro chicos cubanos y que viva la revolución deportiva!