Nuestra representante más destacada en el baloncesto colegial americano, Leti Romero, atraviesa las mayores lagunas desde que llegase a USA ya que se encuentra enfrentada a su universidad, Kansas State, ya que la natural de Agüimes quiere cambiar de aires ya que la entrenadora que la convenció para jugar con las Wildcats por encima de otras casi 60 universidades que le ofrecían beca completa, Deb Patterson, ha sido despedida y no será la técnina la próxima campaña.

El cuento no podía tener un final feliz después de una excelsa campaña de debut en el que la canaria promedió 14,2 puntos, 5,8 rebotes y 4,9 asistencias por encuentro en 30 partidos jugados con las Wildcats y permaneciendo en cancha casi 33 minutos por partido. 

Según el Topeka Capital Journal, tras solicitar el transfer, se le denegó días después: "Quieren que me quede un año más para ver si estoy cómoda, pero me obligan a quedarme esta temporada. Si tras esta campaña sigo queriendo irme, me lo concederán. Yo lo veo como un chantaje".

Leti dice tener varios motivos que originan su decisión de querer abandonar Kansas State y que no entiende por qué le deniegan su petición. Pero la que más peso tiene es la salida de la entrenadora que la reclutó, y más cuando a una jugadora que llegaría esta campaña, también reclutada por la Coach Patterson, al irse esta, le han concedido la nulidad de la Letter Of Intentions que la comprometía con las Wildcats, y podrá jugar en otro college. 

Ahora está pendiente de reunirse con el comité de su college para exponer todos los motivos que la llevan a solicitar el cambio de universidad e intentar convencerles para permitirle dicho cambio. La máxima preocupación de la española no es tener que pasar un año en blanco, que en caso de confirmarse el transfer tendrá que cumplirlo. El problema es que pueden obligarla a pasar un año sin beca y tener que ser ella la que la pague de su bolsillo, algo inviable a día de hoy tal y como están las cosas en su familia. 

Habrá que estar atento a las últimas noticias que llegan desde Manhattan, Kansas. Lo único que tenemos claro es que deseamos lo mejor a nuestra excelente jugadora.