Verano del 2004, los Toronto Raptors no contaban con un visionario como Maurizio Gherardini y picaban gastando su octava posición con el gigante carioca, con carencias de envergadura, Rafael Araujo (2.11/80). Lo más duro fue ver, a toro pasado, los efectivos que fueron desestimados en ese momento: Andre Iguodala, Biedrins, Al Jefferson, Kevin Martin o Josh Smith.

Ahora el futuro de Araujo pasa por el viejo equipo de Kirilenko: el Spartak St. Petersburg porque Jerry Sloan en los Utah ha preferido la sabia nueva de otro center, Kyrylo Fesenko.

Por su parte, Nikoloz Tskitishvili (2.13/83) volverá a Italia tras haber participado la pasada temporada con el Cajasol. El georgiano ofreció un concurso interesante en el conjunto sevillano que estuvo durante el verano en negociaciones por mantenerlo en sus planes a pesar de que finalmente Magnano y Humet ataron a Andy Betts.

Lo de Tskitishvili fue más escandaloso siendo nº5 en el Draft del 2002; el mismo pívot no tuvo reparos en afirmar que “ellos (Denver Nuggets) creyeron que era más bueno de lo que verdaderamente era, quiero volver a disfrutar con el baloncesto”.

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