El hombre que hace que Croacia ruede en gran medida es Nikola Vujcic. Desde sus 210 centímetros en el poste absorbe la defensa y da magistrales pases a sus compañeros. Cuando su par no tiene ayuda él mismo se encarga de desplegar su amplio arsenal ofensivo de cara y de espaldas al aro.

Planinic es otro de los casi indefendibles, por sus condiciones físicas desde el puesto de uno. El de los NETS se complementa a la perfección con el otro playmaker del equipo, Marko Popovic, una metralleta que nunca encontró su gatillo en la liga ACB.

Para Vujcic la cosa está clara “le tenemos mucho respeto pero el punto fuerte de España está en el triángulo que forman Garbajosa, Calderón y Navarro. La selección española también tiene puntos débiles, aunque esos prefiero no comentarlos”. Y no es soberbia aunque olvidara a Felipe Reyes, el genial jugador croata está en lo cierto, así lo certificaba La bomba Navarro, sin querer, en otros comentarios “van a estar muy pendientes de mí y de Jorge (Garbajosa), va a ser más difícil”. De este carro pueden tirar otros en determinados momentos, o contribuir todo el partido. Todos tienen claro que son un equipo, eso dice mucho.

Los croatas lo tienen muy claro, como transmite su técnico Spahija quién afirma que tienen más posibilidades de ganar que el conjunto de Mario Pesquera mientras, a su vez, Gordan Giricek se autoproclama mejor escolta europeo. Si los croatas direccionan mal su ego estamos salvados.

La furia de Sasha Obradovic

La derrota de los anfitriones, Serbia y Montenegro, ante Francia en su lucha por pasar a cuartos, quedándose así fuera del Mundial de Japón06’, ha destapado la caja de los truenos de Obradovic, como ha recogido la web www.24sec.net. Dicen que en el vestuario hubo más que palabras con Radmanovic, Jaric, Rakocevic y otros de por medio; por cierto, este último desplaza las responsabilidades del fracaso hasta su entrenador, ya dimitido.

Terroríficas declaraciones las Obradovic: “estos jugadores no son humanos. Nunca vi gente peor. Yo esperaba que se reunieran, hablaran y se pusieran de acuerdo, pero no, porque ellos se odian entre ellos. Es una gran vergüenza el enorme odio que tienen los unos por los otros. Yo no podía cambiar la situación porque a parte de Stojakovic y Vujanic no disponía de mejores jugadores” a lo que añadió “ellos no podrían jugar en un club juntos, porque no podrían pasar ni un solo día entero”. Sin embargo, cómo se digiere que algunos de ellos se fueran de copichuelas por las noches durante el campeonato. Mandando a Zarko Paspalj (manager del equipo) a freir espárragos cuando éste intentaba controlar a sus jugadores. La respuesta es grupismo.

“Yo aún tengo mensajes en mi móvil. Esas cosas que me escribieron son una vergüenza y yo podría ser el padre de algunos de ellos”.

“Después de perder con España yo intenté animarlos, que volvieran a la normalidad y algunos de ellos vinieron a mi habitación llorando. No me avergüenza reconocer eso”.

“Estoy fatal. Me siento tan mal que pienso que acabaré en una institución mental. Hace dos años nadie se sentía preparado para ocupar el puesto de entrenador de la selección, yo lo hice y ahora sé que hice una estupidez” aseveró el técnico. Sin duda, mucha leña, mucho fuego.