FICHA TÉCNICA
89. Caprabo Lleida: Laso (8), Bramlett (16), Ramos (6), Ruffin (20), Angulo (12) – equipo inicial -, Alvarez (14), Comas (-), Rogers (4), Bosch (9) y Grimau.
115. DKV Joventut: Radulovic (9), Marco (27), Baston (19), Tabak (16), Vázquez (20) – equipo inicial -, Jofresa (1), Drame (2), Espil (15), Bueno (4) y Labeyrie (2).
Árbitros: Amorós, Redondo y Sánchez Montserrat
Pabellón: Barris Nord
CRÓNICA
El base del DKV Joventut, Carles Marco, realizó su mejor partido con la camiseta verdinegra aportando 27 tantos, 6 rebotes y 7 asistencias. El director de juego dotó el juego ofensivo de su equipo de cordura y coherencia repartiendo juego y anotando valiosos puntos. Por su lado, el equipo local se quejó amargamente del trato arbitral, que aunque no propició la derrota de los de Edu Torres, sí permitió que la diferencia fuera mucho más abultada.
La primera parte del choque fue un espectacular intercambio de canastas entre ambos conjuntos. Pablo Laso parecía el de los viejos tiempos y el trío J.R. Bramlet-Bosh-Angulo le ponían las cosas difíciles a los visitantes, sobretodo a Maceo Baston, quién se mostró especialmente oscuro durante este período. No obstante, Marco y un motivado Zan Tabak evitaron que el Caprabo atesorase una ventaja más amplia antes del descanso (52-49).
En la reanudación, el sermón de Manel Comas en los vestuarios surgió efecto y el DKV imprimió una defensa mucho más agresiva que dejaba al Caprabo en 17 en el cuarto. En el aspecto ofensivo los de Comas mantenían la línea del inicio del partido gracias a un Baston más entonado, al ya mencionado Marco y a los triples de Paco Vázquez. Por el Caprabo Ruffin, sorprendentemente, era su hombre más activo en ataque.
Una técnica a Edu Torres y alguna que otra falta rigurosa sacaron definitivamente del partido a un Caprabo Lleida que echa mucho a faltar a su líder, Roger Grimau, un hombre que además de ser un jugador orquesta en la pista también aporta identidad y coraje al colectivo. El final del choque fue un mero trámite en el que Baston realizó un verdadero recital de mates.
LA CLAVE: La mejora en la defensa verdinegra en la segunda parte.
EL MEJOR: Carles Marco. El pequeño base badalonés realizó un partido de escándalo. Además de realizar números de ensueño dirigió al equipo con inteligencia.