Nuestro segundo objetivo en este serial dedicado a las estrellas de los 90 es Ray Smith, uno de los mejores anotadores norteamericanos que pasó por la ACB en la década de los 90. Ray aseguraba puntos y rebotes siendo uno de los jugadores que consiguió actuaciones de leyenda como sus 50 puntos en un partido o su doble doble de 34 puntos y 23 rebotes. A pesar de que su fama comenzó en los 80, ser el máximo anotador de la primera liga acabada en los 90 y su larga e impactante carrera justifican plenamente el que sea uno de los protagonistas de "Aquellos maravillosos 90".
Ya comentamos en la presentación de nuestro primer artículo que los 90 fue una etapa en la que grandes extranjeros brillaron en nuestras canchas. Sin duda el nombre de Ray Smith está escrito con letras de oro y su pareja con su tocayo de apellido de nombre Mike está grabada en la memoria colectiva. Llegó como un americano totalmente desconocido a la ya extinta Primera B y acabó compitiendo en las mejores tablas estadísticas con jugadores de la talla de Arvydas Sabonis o Drazen Petrovic, contra los que jugó en muchas ocasiones, mientras ponía en el mapa baloncestístico a un modesto equipo de colegio como el Mayoral Maristas. Cuando estaba en su mejor momento y a punto de fichar por todo un Barcelona, las cosas se torcieron y problemas de varias índoles provocaron que su carrera no fuera tan exitosa y constante como se esperaba. Pero los momentos de su "prime", como se suele decir ahora, son muy difíciles de mejorar, o tan siquiera de igualar.
Os presentamos a Ray Smith en este artículo y hoy mismo sacaremos la vídeo entrevista que le realizamos. En ella comprobaréis que los 90 eran diferentes y que Ray, además de un grandísimo jugador y una persona divertida y entrañable, es todo un personaje de una época que nos ha dejado mil anécdotas e historias del baloncesto y de la vida.
¿QUIÉN FUE RAY SMITH?
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Ray Smith (South Carolina, 1962) fue un alero americano de 2'00 metros que desarrollo su carrera en Europa ocupando posiciones sobretodo de interior, especialmente de ala-pívot. Llegó a Málaga a finales de 1987 cuando Mayoral Maristas militaba en Primera B, ascendió al equipo el curso siguiente, tuvo la mejor media de anotación en la 88/89 y fue el máximo anotador de la competición la temporada 89-90. Ya con el Cajacanarias fue el segundo ante el dominio de una de las leyendas ACB de una temporada como es Walter Berry.
A partir de ahí tuvo una carrera irregular, pasando por categorías como Primera B, EBA o LEB. Se acabó nacionalizando español y aunque nunca tuvo éxitos colectivos, exceptuando sus ascensos, se trata de uno de esos jugadores americanos que tuvo estadísticas estratosféricas, inalcanzables para la era moderna, y que ayudó a enganchar a muchos aficionados a la ACB con su juego espectacular. Un americano de los de antes, absolutamente decisivo en sus equipos, a los que hizo subir varios peldaños, con un gran físico y unas capacidades anotadoras ideales para liderar equipos de la zona media-baja de la competición. En la memoria de todos los seguidores del basket ha quedado la fantástica pareja que formó con Mike Smith, protagonistas de la mejor época de Mayoral Maristas, y sus medias de 22 puntos, 8'1 rebotes y 21'2 de valoración a lo largo de 193 partidos en la primera competición española.
TRAYECTORIA
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La historia de Ray Smith en nuestro país va inevitablemente ligada a la de Mike Smith. Como veremos en su trayectoria tuvo momentos muy destacados después de que la pareja separara sus caminos, como su gran temporada en Cajacanarias, pero no cabe duda que lo que más recuerdan los aficionados de aquella época es a los Smith&Smith. Las tres temporadas completas que compartieron en la ciudad andaluza se convirtieron en una de las mejores parejas de norteamericanos de la historia de Primera B y de la propia ACB y posiblemente en las más espectacular que se recuerde. No eran hermanos, a pesar de coincidir en el apellido, pero se hicieron familia baloncestística, siendo el propio Mike quien recomendó el fichaje de Ray a la directiva malacitana.
La trayectoria de Ray Smith está plagada de anécdotas, tanto baloncestísticas como vitales, propias de la época y algo más peculiares que las de otros compatriotas que se asentaron en nuestra liga en esos míticos años 90. Ray tuvo unas estadísticas brutales en Amstrong State University, una pequeña universidad que disfrutó de sus 29'3 puntos y 14'6 rebotes, y salió elegido en el puesto 178 del draft de 1983 en el que fue número uno Ralph Sampson, liderando una camada con nombres como Clyde Drexler, Dale Ellis o Doc Rivers. Según el propio Ray, su rendimiento en pretemporada fue bueno, pero una inoportuna lesión lo llevó a la liga desarrollo donde anotaba 30 puntos con facilidad, pero al ver que Seattle Supersonics no contaba con él decidió aceptar una oferte de Irlanda.
De Irlanda, si. No habéis leído mal. Aunque quizás lo más sorprendente no es que debutara profesionalmente en el pais que tiene tres veces más premios Nobel de literatura que jugadores que hayan pasado por la NBA, sino que Ray Smith estuvo allí cuatro temporadas, destrozando registros anotadores y culminándolo con un título de liga y máximo encestador. Eran tiempos en los que el acceso a scoutings, vídeos e información sobre los jugadores extranjeros no tenía nada que ver con el actual. De hecho, el fichaje de Ray Smith se produce por la recomendación de Mike Smith, que también debutó en dicho país y era probablemente el único que conocía en España el juego de Ray.
Con la mítica pareja, Mayoral Maristas, un equipo de colegio, alcanzó la ACB. Se beneficiaron de la ampliación de la competición de 16 a 24 clubs, con lo que hubo ocho ascensos, pero hay que recordar que aquella Primera B era muy potente como demuestran los equipos que ascendieron con ellos: Clesa Ferrol, Askatuak, Toshiba Las Palmas, Leche Río Breogán, Tenerife, Valvi Girona y Pamesa Valencia. En su debut, Ray anotó 47 puntos en Valencia contra Pamesa y anotó 51 en contra Caja San Fernando. El partido que los llevó al ascenso fue en el San Pablo sevillano y Ray anotó 39 puntos por 31 de Mike.
En este artículo de Ramón Juan podéis ver toda la información de aquella Primera B y en el siguiente vídeo un reportaje sobre como fue la llegada de los Smith a Mayoral Maristas:
Javier Imbroda era el entrenador de aquel équipo y decidió mantener la base de ese equipo donde los Smith eran el alfa y el omega. Los acompañaban jugadores como José Pedro García, que hacia la función de pívot con sus 2.03 de estatura, el tirador Enrique Fernández, Jesus Peña, Paco Aurioles, Carlos Elejabeitia, Jacinto Castillo o Iñaki Rodríguez. Los tocayos de apellido eran posiblemente la pareja americana con más importancia en su equipo de aquella temporada 88/89 y el juego de los malagueños se basaba en unos contra unos continuos de Mike y Ray. ¡Y ahora los Rockets presumen de small ball! Dentro de esas condiciones presupuestarias y de plantilla, su estreno en la ACB fue un rotundo éxito. Consiguieron jugar el playoff de clasificación gracias a sus 22 victorias y 17 derrotas y perdieron contra el Estudiantes Bosé de unos jóvenes Nacho Azofra, Alberto Herreros y Juan Orenga, acompañados por Ricky Winslow, que sustituyó a David Russell, y John Pinone, que podréis comprobar en la entrevista que no despertaba las simpatías baloncestísticas de Ray.
Los números de los Smith fueron sencillamente bestiales. Entre los dos promediaron 57'7 puntos, 18'1 rebotes, 5'5 recuperaciones, 2'6 tapones y 55'3 de valoración. Como dice el propio Ray, se jugaban el 80% de las posesiones. Era otra época, como demuestra los 39 minutos de media que jugaban cada uno. Pero si os habéis quedado con la boca abierta ante las estadísticas del dúo, las individuales de Ray Smith harán que no podáis cerrarla:
- Su menor anotación fue de 22 puntos
- Consiguió 50 puntos en la jornada 15 en su visita a Pamesa Valencia
- Anotó 40 o más puntos en 7 de las 25 jornadas que disputó
- Valoró 40 o más en otras 7 jornadas con un tope de 50 contra Breogán
- En el mes de diciembre su media fue de 39 puntos por partido
Se hubiera llevado el título de máximo anotador gracias a su media de 33'8 puntos, pero fue operado de dos hernias discales y al solo disputar 25 partidos y el premio fue para la leyenda Drazen Petrovic, que "solo" promedió 28'7. Sobre esta anécdota hablamos con Ray en la entrevista que pronto podéis disfrutar y en la que mostraba su preferencia por Arvydas Sabonis sobre el genio croata. También fue el mejor valorado de media con 29'7 y su lesión aún mostró más su importancia ya que el récord del equipo con Ray fue de 15 victorias y 10 derrotas, con números de 36 puntos y 35 de valoración en los triunfos por 29 y 21 en las derrotas.
En la 89/90 no se le escaparía a Ray el título de máximo anotador de la competición. Sus 27'7 puntos lo situaron muy por encima de sus perseguidores, entre los que figuraban varios de los grandes encestadores históricos de la ACB como Mark Davis (24'9), Mike Schlegel (23'9), Rickie Winslow (23'7), Arvydas Sabonis (23'3), Brian Jackson (22'9) o Joe Arlauckas (22'8). Sus estadísticas no fueron tan asombrosas como en la anterior temporada pero siguen siendo números imposibles de ver en la actualidad: 27'7 puntos, 7'9 rebotes, 1'4 robos y 21'9 de valoración. Y otra vez los Smith & Smith fueron la pareja más productiva de toda la competición con 49'1 puntos, 18 rebotes y 46 de valoración.
Ray volvió a deslumbrar con tres partidos con 40 o más puntos, siendo su tope este curso de 46, y con 17 de 30 o más. Su récord en valoración en esta temporada fue de 43, sumando dos partidos de 42 créditos. Un aspecto a destacar es que, aún siendo un jugador con formación exterior, fue el máximo anotador convirtiendo solo 7 triples de 24 intentos en 40 partidos. De hecho, a lo largo de los 193 partidos que jugó en la ACB, sus números totales en este apartado fue de 45 tiros de tres encestados de 183 anotados. La línea de tres no era en aquella época el arma predominante que es ahora.
Mayoral Maristas siguió sorprendiendo a todos. Un joven Nacho Rodríguez ya comenzaba a tener importancia en el equipo a sus 18 años y tras haber debutado el curso anterior. Otra vez jugaron el playoff de clasificación y esta vez perdieron contra su rival andaluz. El Caja San Fernando contaba también con una gran pareja de americanos formada por Dan Bingenheimer, el blanco que si saltaba, y Darrell Lockhart, de los primeros interiores con un gran tiro exterior que vimos por España. También estaban allí el dúo de tiradores formado por Benito Doblado y Raúl Pérez, que estarían en la mejor época del equipo sevillano que llegaría a mediados del decenio.
La pareja de los Smith se separó en la temporada 90-91. Mike perpetuó una pequeña "traición" deportiva al fichar por Caja de Ronda y Ray se fue al Cajacanarias, el actual Iberostar Tenerife. La temporada no fue buena en lo colectivo, con hasta tres entrenadores diferentes y acabando en el dramático descenso que impidió ver a los aficionados tinerfeños volver a ver a su equipo en ACB hasta 21 años más tarde. Afortunadamente para ellos la actual etapa está compensando de todo ese tiempo de sinsabores con un equipo que ya se ha instalado en la zona noble de la competición y ha conseguido su primer título internacional con la Basketball Champions League.
En el apartado individual, Ray Smith volvió a demostrar que era uno de los mejores americanos de la liga y que su capacidad de anotación iba más allá del ecosistema que tuvo en Málaga. Sus 28'3 puntos distanciaban claramente a perseguidores como Kevin Magee (25'5), Brian Jackson (25'3), Mark Simpson (23'7), Mike Schlegel (23'4) o Ralph McPherson (23), pero esta vez si que se encontró un rival inalcanzable. La 90/91 fue el año de Walter Berry en la ACB, en la que es posible que sea la actuación individual en una temporada completa más impactante de la historia de la competición española y de la que hablaremos en próximos artículos de los 90. Pero si que hay un dato relacionado con Berry que pone en trascendencia a Ray Smith: el jugador del Atlético de Madrid Villalba de Jesús Gil tiene el récord de la mayor media anotadora en una temporada con 33'4 puntos y otra vez hay que recordar que Ray promedió 33'8 en los 25 partidos del curso 88/89.
A pesar de que todos recordamos a Ray como un anotador puro, otra vez más volvió a demostrar que hacía muchas más cosas en la pista siendo el cuarto más valorado con 27'6, gracias a sus 10'7 rebotes, 1'8 asistencias, 1'7 recuperaciones y 1'1 tapones. Solo Berry (37), Magee (30'8) y George Singleton (29'6) estuvieron por encima de Ray, que quedó un puesto por encima de su sustituto en Mayoral, David Benoit, otro jugador con un gran impacto en un solo año en nuestro país.
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Tras el descenso de Cajacanarias se puede decir que también comenzó la cuesta abajo de la carrera de Ray Smith, que ya nunca volvió a ser la misma pese a buenos momentos puntuales. Lo primero que sorprende es ver que tras ser el segundo anotador y el cuarto más valorado de la ACB acaba jugando la temporada 91/92 en Primera B. Es cierto que la categoría era potente en aquella época y que fichó por un B.C. Andorra dispuesto a ascender. El salario era bueno, tuvo de compañero a un mito como José María Margall y logró el ascenso de los del principado, arrasando otra vez con las estadísticas de la categoría.
Otra vez el mejor sitio para recordar como fue esa temporada y ese ascenso es el blog de Ramón Juan que lo cuenta en este artículo. Edu Torres dirigía a aquel equipo y el delegado Jordi Clua habla así de Ray en el artículo: "Ray Smith para nosotros fue tremendo. Era el 60% del equipo. Era el mejor en la categoría."
Pero a pesar de todo eso está claro que hay algo más en la historia para justificar esa bajada de categoría. Ray quería seguir el camino de su "hermano" Mike y un grande como el Barcelona se fijó en él. Hubo un precontrato que dependía de la nacionalización del ex Mayoral Maristas y el relato de la época dice que problemas burocráticos dieron al traste con la operación. En este tema preferimos que sean las palabras del propio Ray las que os cuenten como fue una situación un tanto rocambolesca y muy propia de la época, así que podréis escucharlo en la video entrevista que sacaremos por la tarde.
La temporada siguiente vuelve a la ACB al fichar por el Grupo Libro Valladolid post Sabonis y compartir vestuario con jugadores como Mike Schlegel, Lalo García o Jackie Espinosa, dirigidos primero por Javier Casero y luego por Samuel Puente. Fue una temporada convulsa y en la que los vallisoletanos sufrieron lo que era pasar de ser un equipo con el Zar lituano a uno que no lo tiene. Ray seguía sufriendo problemas físicos que le afectaban sobre todo a la espalda y no fue el anotador regular que habia sido hasta el momento. Sus 15 puntos y 16 de valoración media muestran que fue un jugador importante pero no la estrella que había sido en sus anteriores temporadas ACB.
Fue cortado por lesión y volvió la temporada siguiente a Primera B para intentar pagar la "deuda" deportiva con Cajacanarias y devolverlos a la ACB pero no lo consiguió al perder contra Salamanca. Del 94 al 96 jugó en la EBA con Tenerife y El Monte Huelva y consiguió volver a tener otra oportunidad en la máxima competición con el Xacobeo 99 Ourense. Allí fue feliz otra vez, compartiendo cancha con su admirado Bill Varner y haciendo amigos como Fran Crujeiras. Los ourensanos se mantuvieron en la ACB y Ray mostró un buen nivel siendo el mejor con 14 puntos, 7 rebotes y 17 de media, así como siendo nombrado dos veces Jugador Nacional de la Semana, Jugador Nacional del mes de Noviembre y Jugador de la Semana en la jornada 23. Aquí podéis ver una victoria histórica del club gallego contra el Barça de Dueñas, Karnisovas, Mustaff y Esteller entre otros. Con 34 años ya no era la estrella de antaño pero aún se puede disfrutar de su clase y talento.
Ese buen rendimiento le permitió su retorno a Málaga para jugar con Unicaja y debutar en la Copa Korac. Su última estancia deportiva a alto nivel en nuestro país fue otra vez en Ourense para disputar la LEB Oro, para después extender su carrera entre Austria y Francia hasta el 2002. Aún volvió a jugar en nuestro país en nacional ya con 43 años, mientras realizaba otros trabajos como conductor de autobuses o agente inmobiliario.
LOGROS
- Ascenso a ACB con Mayoral Maristas en la temporada 87/88
- Ascenso a ACB con Festina Andorra en la temporada 91/92
- Máximo anotador ACB en la temporada 89/90
- 50 puntos en un partido
- Doble doble de 34 puntos y 23 rebotes
CÓMO JUGABA
Ray Smith en su formación universitaria en EEUU era un jugador exterior, un tres con cualidades para jugar de dos a pesar de no tener un destacado tiro de tres, pero en Europa tuvo que jugar siempre como interior, especialmente como ala-pívot, algo que era bastante común con muchos de los norteamericanos que llegaban a la ACB. Sus condiciones atléticas, con un físico fuerte y fibroso, sumado a una gran capacidad de salto, le permitían jugar en la zona y sus fundamentos exteriores lo convertían en un jugador muy difícil de defender. Ray fue ante todo un gran anotador, como demuestran sus números totales, su título de máximo anotador 89/90 y cifras como la media de 33'8 puntos en 25 partidos que tuvo en la temporada 88/89, en la que se lesionó y no pudo disputar los partidos totales para arrebatarle ese premio a todo un Drazen Petrovic (28'7).
Ray tenía muy buen tiro de corta y media distancia, culminaba perfectamente cerca del aro con ambas manos, era un gran driblador y un jugador muy atlético, rápido, con buen salto, ágil para colarse entre las torres rivales y fuerte para aguantar los contactos. Tenía el aro entre ceja y ceja, pero sabía pasar bien y entendía el juego. Su punto fuerte más destacado era el uno contra uno, donde destacaba por su bote ya mencionado, su buen juego de pies, usando recursos como reversos y fintas para escaparse de rivales más altos. Su Mayoral Maristas jugaba gran cantidad de situaciones de aclarados para él y su compañero Mike Smith. Así lo definía Igor Minteguia en nuestra página: "Ala-pívot de 2 metros escasos, era un anotador compulsivo, con una gama de movimientos ofensivos implacables".
Tonecho Lorenzo jugador y entrenador histórico del Obradoiro hablaba así de las virtudes de Ray Smith en el libro "Historia del Baloncesto en España": "Fue el máximo anotador de la Liga ACB 89/90 con 27'6 puntos por partido. Era un todoterreno de apenas dos metros. Tenía unas facultades físicas extraordinarias: salto, rapidez, manejo de balón, etc. Era muy difícil de defender y jugaba dentro y fuera, de 3 y 4, según le interesaba. Tuvo varios partidos seguidos metiendo 40 puntos."
Como ha quedado claro a lo largo de todo el artículo, la principal virtud de Ray Smith era anotar y en la comparación con su "hermano" Mike, que era un jugador más completo y que demostró en equipos grandes ser muy adecuado para facetas de intendencia, da la sensación de que Ray solo aportaba puntos. Nada más lejos de la realidad. Ray tenía un físico prodigioso, muy fibroso, con brazos largos y una gran capacidad de salto, aunque no tanta como la de Mike. Todo eso lo convertía en un gran reboteador como demuestra sus 8'1 de media en ACB y su séptimo puesto en esta clasificación en la temporada 90/91 con 10'7. Aunque no era un gran defensor, sobre todo porque al girar todo el ataque sobre él no dedicaba tantas energías atrás y porque sus condiciones físicos no eran buenas para defender a interiores puros que eran más fuertes y más altos que él, si que aportaba buenos números en tapones (0'9) y recuperaciones (1'5) gracias a esas facultades físicas.
DECLARACIONES
Igor Minteguia en Solobasket.com: "Formó con Mike Smith la pareja de norteamericanos más espectacular que ha pasado por nuestras canchas"
Tonecho Lorenzo en "Historia del Baloncesto en España": "Llegó sin referencias a Málaga y fue un fenómeno en la ACB, siendo el máximo anotador dos temporadas. Junto a Mike Smith, formaron el dúo dinámico del baloncesto español en esas temporadas, marcando una época con un juego muy espectacular, rápido y divertido."
Mike Smith en una entrevista a Diario de Sevilla: "Está en el Top 10 de los últimos 30 años del baloncesto español. Otros tenían más nombre, pero él llegó sin ninguna referencia, como yo. Vinimos siendo desconocidos y trabajamos duro."
BONUS:
Incluímos en el artículo la entrevista que le hicimos al propio Ray Smith en la que pudimos hablar de pasado y presente, con multitud de anécdotas y jugadores de su época: