Hace una año y medio En una entrevista a su creador, Raúl Orrios (Badalona, 1975), nos hablaba de su ilusión por mantener un proyecto tan ambicioso como de importante desgaste: basketpedya.com, una web con una base de datos espectacular gratis para todo aquel que quisiera navegar en sus páginas y moverse así entre más de 80.000 fichas de jugadores, 6.000 entrenadores, 5.000 equipos y 323 competiciones. Todo ello intuitivamente bien relacionado para que el usuario pudiera encontrar la información necesaria fácilmente en un registro inmenso.

Este Ingeniero de Telecomunicaciones seguía esperanzado en que su mujer, periodista, y él recibirían una ayuda significativa de alguna institución o inversor pero nunca llegó. Lamentablemente, el presente nos explica que el panorama ha cambiado mucho y Orrios, en contra de tantas ilusiones y sentimientos, ha decido cerrar la web: “el principal motivo es personal; básicamente por un problema de agotamiento después del trabajo llego muy cansado a casa. Las obligaciones aumentan. Los tres meses primeros me los puse de plazo para ver cómo evolucionaba todo; pero conforme acababan las ligas, al ver que no podía aguantar el ritmo y que cada vez iba a estar más desactualizada, decidí el cierre”.

El 17 de mayo de este año Orrios anunciaba en el foro de ACB.com el cierre con el siguiente mensaje: “Hola a todos! Soy el webmaster de la web. Quería enviar este mensaje para comunicar el cierre de la web y agradecer a todos estos 4 años de visitas. Es hora de dedicarse a nuevos proyectos. Un abrazo y hasta siempre”. Mucha gente escribió mensajes de apoyo y de lamento por tan importante pérdida para todos aquellos a los que basketpedya nos servía como indispensable herramienta de trabajo y lúdico espacio de ocio a la vez.

Como causa secundaria, y a distancia de la primera, es la poca ayuda institucional que hay en el baloncesto para este tema, a excepción de la Federació Catalana de Bàsquet, y la falta de un liderato claro por parte de algún organismo. Creo que la idea buena era haber aprovechado este trabajo que hice para montar un proyecto de documentación serio pero no caro. La gente más generosa que he encontrado es gente como vosotros, que sois unos apasionados de esto. Pero todo lo oficial ya es otro cantar” acaba de puntualizar Orrios con un conformismo obligado a denotar tristeza.