11 derrotas consecutivas, últimos en la clasificación (4-18), bloqueo institucional económico, Sergi Vidal (que cumplirá 600 partidos en la Liga Endesa) en horas bajas, Maalik Wayns lesionado, respetadas leyendas como Nino Buscató apuntando que no se ha gestionado bien la economía del club desde hace mucho tiempo como causa directa de su axfisia por deudas… ¿Algo bueno por Badalona?

Sí, la ‘perenne fructiferación’ de su cantera, que quedan 12 jornadas por jugar en la Liga Endesa, la historia del club verdinegro que dicta que no ha faltado a ninguna cita con el baloncesto de máxima categoría en España desde la creación de la primera liga española de baloncesto en 1957.  
El otro día, de camino al Olímpic de Badalona para acompañar a mi compañero en Solobasket Adrià Arbuès me paró, a unos 50 metros del pabellón, un hombre de avanzada edad. “Perdone, ¿qué ocurre? ¿por qué hay tanta gente, tanto movimiento?”. Frené casi en seco para frenar mi endémico paso ligero. “Pues porque juega el Joventut al baloncesto” le contesté yo sin pararme a pensar que me estaba preguntando un baloní de a pie. “Sí, claro, ya lo sé pero me refiero a que si juega contra el Madrid o el Barça”. Es cierto, el pabellón y cercanías mostraban un ambiente multitudinario. Incluso jovial. La gente se siente orgullosa de ir a apoyar a la Penya pase lo que pase.

Me confirman desde el gabinete de prensa que Carles Duran volverá a convocar a Neno Dimitrijevic tras valorar que en esta ocasión, es mejor no repetir con el jovencísimo crack de 17 años Arturs Zagars. El base letón tiene un especial talento para jugar el pick and roll, el lanzamiento de larga distancia y, además, tiene mejor manejo de balón que Dimitrijevic pero… digámoslo así, aún está menos preparado, -sobre todo en defensa-, que el base macedonio para afrontar esa responsabilidad.  

Nueva final para un Divina Seguros Joventut que en dos posiciones tan delicadas como el “1” y el “5” el único recambio que tiene son dos chavales de 19 años (el nombrado ‘Neno’ y Simon Birgander) a los que, como es lógico, les habría tocado foguearse uno o dos años en la LEB Plata o Oro pero que, por las necesidades del club, no han podido llegar a adquirir aún esa experiencia. Piensen que jugadores de la talla de Guillem Vives o Alberto Abalde, a esa edad,  se desfogaban en el vinculado verdinegro de la LEB Plata o tenían un rol casi testimonial en el primer equipo. ¿Qué por qué se fichó a un alero (Demitrius Conger)? Es muy posible que fuera lo mejor del mercado que accediera a comprometerse en una situación tan compleja.