En unos tiempos donde los equipos de Liga Endesa sufren por completar sus plantillas con jugadores nacionales, hay algunas historias que se salen de un guion que parece establecido. Grandes canteras, liga U22, cada vez más dinero invertido… Todo parece abocado a intentar forjar un camino para que los jugadores jovenes lleguen a lo más alto. De vez en cuando aparecen historias de algunos que lo consiguen a la antigua usanza, cruzando ciudades. Demostrando lo que valen en muchísimos equipos. Y a pesar de que a veces parece imposible, este jugador ha demostrado que se puede llegar a lo más alto cuando muchos antes te han dado un “no”.
Will Falk: De no jugar en Menorca a renovar con UCAM Murcia hasta 2028.
Wilhelm Carl-Gustav Falk tiene una de esas historias que tanto gustan. Nacido en Suecia, con solo 16 años dio el salto al prestigioso Stella Azzurra Roma, en Italia, y allí terminó de pulir su juego antes de que el UCAM Murcia se fijara en él y lo incorporara a su estructura de cantera en 2020, en una muestra más del buen hacer del club en todos los ámbitos en los últimos años. Su adaptación fue inmediata y su progresión constante, hasta que una lesión de rodilla frenó en seco su progresión cuando ya llamaba a la puerta del primer equipo. De hecho, ya había debutado con los de Sito Alonso, convirtiéndose en el segundo jugador más joven en debutar con el club.
A partir de ahí empezó un largo proceso de recuperación, en el que el club mantuvo su apuesta por él y lo acompañó en cada fase de readaptación física y mental. Tras meses de trabajo, Falk volvió a competir con confianza renovada y buena respuesta física, recuperando la movilidad y el impacto que había mostrado antes de la lesión. Para asegurar minutos y acelerar su evolución, el UCAM decidió cederlo en 2024 al Hestia Menorca. Las cosas no fueron como UCAM y Falk querían. El sueco tuvo un papel testimonial en el poco tiempo que estuvo en las islas, justo antes de ser cortado.
Un paso atrás para dar dos adelante: Falk recuperó la sonrisa en Segunda FEB, UCAM no perdió la confianza.
Después de la ilusión inicial por su cesión a Menorca, la falta de minutos allí supuso un golpe a su confianza y una sensación de freno en su progresión. Lejos de hundirse, el sueco entendió que necesitaba un lugar donde volver a sentirse importante, recuperar ritmo competitivo y demostrar que estaba preparado para algo más. Ahí entro en juego Bisbal Bàsquet, de Segunda FEB. En Bisbal encontró precisamente eso: un contexto más estable, una competición donde recuperar sensaciones y confianza y un equipo que necesitaba la aportación de alguien como Falk. El billete para volver a Murcia y lograr un sitió allí estaba encima de la mesa. Solo hacía falta cogerlo.
Casi todo encajó a la perfección. Falk pudo jugar con continuidad, soltarse ofensivamente y reencontrarse con la versión valiente y agresiva que había mostrado antes de su lesión. El único pero fue que el conjunto catalán no pudo lograr la permanencia en Segunda FEB. El rendimiento del jugador sueco le valió para viajar este verano al Eurobasket. Allí disputó 4 partidos, promediando 1,8 puntos y 1,3 rebotes por partido. Esta temporada Falk ha vuelto a disputar minutos en Liga Endesa, pero con mucho más protagonismo del que tuvo cuando debutó con 17 años. La confianza del club y su empeño por recuperar su nivel le ha valido para renovar hasta 2028 con UCAM Murcia.