"No va estar. No le veo. Ni física ni mentalmente. Tiene molestias, pero todos tienen molestias y están haciendo un esfuerzo por el equipo".

Estas eran las palabras de Fotis Katsikatis tras la derrota de Uxue Bilbao Basket ante Valencia Basket cuando se le cuestionaba por los medios locales sobre la baja de Milovan Rakovic. Breve y conciso, pero meridianamente claro. En Bilbao no se espera más de un Milovan Rakovic que, de un tiempo a esta parte, parece haberse borrado. A pesar de tener otro temporada más por contrato (fuentes del club hablan de que esta segunda campaña sería opcional por parte del club) su futuro es negro en tierras vascas. Será uno de los jugadores que no estarán en la plantilla de los Hombres de Negro el próximo curso.

Milovan Rakovic (2.08/28 años), es un jugador sobradamente conocido en el basket continental y con cierto caché. A pesar de su aspecto y de su físico, Rakovic es un jugador eminentemente ofensivo que aprovecha muy bien el pick and roll y que flaquea en defensa, donde tiene tendencia a cargarse de faltas de forma prematura. Su juego se ha movido en esas coordenadas en Bilbao, pero ofreciendo un rendimiento por debajo del esperado (6.4 puntos y 2.4 rebotes en Liga Endesa). Salvo en contadas ocasiones, su aportación ha sido escasa al juego del equipo. Allá por marzo, Rakovic causó baja por unos problemas de espalda, que le hicieron perder varios partidos de la Liga Endesa y de Eurocup. A pesar de ello, ayudó a su equipo en la final de la Eurocup, donde, a pesar de los dolores, fue de los mejores de Uxue Bilbao Basket. Pero a partir de ahí, desapareció del mapa…

En estas últimas semanas, y a pesar de tener el alta médica, el jugador serbio ha estado prácticamente inédito. Rakovic seguía quejándose de dolores de espalda y apenas ha disputado unos pocos minutos ante Laboral Kutxa y CAI, quedándose sin vestir de corto en el resto de choques. En una campaña en la que la plantilla de Uxue Bilbao Basket ha vivido momentos críticos por los impagos sufridos y en la que los hombres de Fotis (y el propio coach) han demotrado ser unos profesionales intachables, llevando al club a la primera final continental de su historia, da la impresión de que la cabeza de Rakovic ha dicho basta.