Una temporada histórica para el Bilbao Basket, clasificándose para la Copa del Rey y confirmando su presencia en la Basketball Champions League de la próxima temporada. Pero esto no queda aquí, ya que tendrá la oportunidad de pelear por el título de la Liga ACB en Valencia. Una temporada llena de alegrías en la que he intentado escoger el mejor partido para ellos. Me he quedado con su duelo ante el Real Madrid, donde a pesar de las bajas visitantes, se vivió un duelo de mucha intensidad y con un final de infarto. Los mejores jugadores del equipo local fueron Bouteille (22), Brown (21) y Balvin (16). Por el conjunto visitante: Llull (24) y Carroll (20).
Bilbao Basket - Real Madrid. Foto: (ACB media)

El partido estuvo marcado por un inicio en el que el Real Madrid se impuso contundentemente al equipo de Mumbrú, que no tardó en tirar de segunda unidad y contrarrestar los buenos minutos de Jaycee Carroll en pista (10-16). Con sus jugadores de confianza dio la vuelta al partido de forma magistral y era el conjunto de Pablo Laso el que tuvo que nadar contracorriente. Cuando la diferencia local parecia estabilizarse, llegaron los triples de Brown y Bouteille para colocar la máxima en el electrónico (34-25).
Antes de llegar al descanso Garuba aperició para mantener a su equipo en el partido pese al increíble ambiente que se podía vivir en el Miribilla. Su gran dinámica y esfuerzo hizo posible que su equipo se colocase a 2 puntos de los locales (39-37). Pero la última palabra la volvió a tener el escolta francés, que anotó un auténtico canastón para marcharse al descanso con una diferencia de 4 puntos (41-37).
Tras el paso por vestuarios, la intensidad local continuó creciendo y provocó que Taylor, preso de sus nervios, acabase expulsado por 2 técnicas en el ecuador del tercer cuarto. Acciones causantes de que la diferencia local se regulara en el momento que se inició una "guerra" en la pintura entre la pareja formada por Balvin y Lammers y la de Tavares y Garuba.
Bilbao Basket - Real Madrid. Foto: (ACB media)

Al último cuarto se llegó con la sensación de que a pesar de la diferencia (60-54), al Real Madrid le faltaba ese último empujón en los minutos finales para remontar el choque. Y no tardó en llegar, ya que 6 puntos consecutivos de Carroll (terminó con 20) empataron el encuentro. Tras unos minutos de golpe va y golpe viene, Llull mandó el partido a la prórroga para que el ambiente del pabellón vasco siguiese creciendo segundo a segundo. En el tiempo extra, los locales se impusieron en la guerra por el rebote, pero Thompkins pudo dar un partido a los blancos, que, finalmente se quedó en el Miribilla (82-81).