Llegó con el equipo hundido en la clasificación, con muy malos resultados frente a rivales directos y anímicamente afectado. Su llegada lo cambió todo, firmando una segunda vuelta que les permitió salvarse con algunas jornadas de margen.
Llegando a mitad de temporada en una situación límite
La apuesta de Marc Gasol y Fernando San Emeterio por Fotis Katsikaris no salió bien. Tras trabajar en una plantilla al agrado del técnico griego, el incio de temporada fue demoledor para Bàsquet Girona. En la jornada 3, Coviran Granada hizo saltar todas las alarmas en Fontajau con una abultada victoria (52-82) no fue hasta la jornada once, con solo dos victorias, y tras otro dolorosa derrota frente a Leyma Coruña (81-98), otro rival directo, que llegó el momento del cambio.
Moncho Fernández llegó a Girona tras estar 14 temporadas en Obradoiro, con quien descendió el año anterior. A pesar de esto, el alquimista ha sido siempre muy respetado por su trabajo en la máxima competición nacional. Seguramente fue ese respeto, sumado a su gran conocimiento, el que hizo que el cambio en Girona llegara tan pronto.
Un mes de Enero mágico para girar la dinámica de Bàsquet Girona
Tras dos derrotas en los dos primeros partidos, llegó 2025. En el primer mes, Moncho Fernández consiguió 4 victorias de 5 partidos, contra rivales como Barça, Baskonia o Unicaja, además de ganar a domicilio en Lleida.
Las llegadas en este mes de enero de Martinas Geben y Pep Busquets ayudaron al equipo a ofrecer una versión más solida y más competitiva, adaptándose cada día más al estilo de juego que queria lograr el técnico gallego. La defensa agresiva, el juego rápido y el alto uso del bloqueo directo liberó a jugadores como Durham o Fjellerup, que encontraron su mejor versión a las órdenes de Moncho. Además, el nuevo Girona se caracterizó por ser un equipo que quería ganar siempre el rebote ofensivo, finalizando como el quinto equipo que más capturas ofensivas lograba por partido.
Un tramo final para consolidarse y no sufrir
Pasado este mes de enero, hasta seis triunfos más logró Bàsquet Girona, salvándose en la penúltima jornada en el Palau Blaugrana a pesar de la derrota. 10-13 fue el balance desde la llegada de Moncho Fernández.
El Alquimista se hizo uno con el proyecto, adoptó un staff que lleva en el club muchos años, aprendió catalán, y disfrutó de la ciudad de Girona siempre que pudo. Ahora, tras lograr la parte más complicada, ha podido planificar tranquilamente el verano para afrontar esta nueva temporada con los marcadores partiendo de cero.