Durante tanto tiempo, Solobasket fue una ventana siempre abierta en el navegador. Desde el ordenador de mi casa de Huelva, con el módem de 56K chirriando a la vera, al portátil de mi colegio mayor en Madrid. Con vosotros he crecido, personal y profesionalmente, y gracias a vuestro trampolín privilegiado pudimos lanzarnos a una piscina, bendito arrojo, unos cuantos locos maravillosos del baloncesto y de la radio.
De Álvaro Martínez aún sigo aprendiendo hoy, y no hay ocasión en la que no dibuje una sonrisa cuando leo a alguna de las muchas voces que nos acompañaron por España, ilustres como Ramón Juan o Igor Mintegia, recordando con cariño esas conexiones que derrochaban entusiasmo. Una pasión que nos acercó oyentes pero, sobre todo, amigos. Por más años que pase delante de un micrófono, siempre recordaré aquella aventura como algo muy especial. ¡Siempre Radio Solobasket!
Y como uno es de escribir (casi) tanto como de hablar, mi agradecimiento también a Carlos y los suyos por hacerme un hueco como articulista. Publicar en esa web en la que había pasado tantas horas leyendo a firmas como Pablo Romero o Chema de Lucas, a los que primero admiré para terminar yéndome con ellos de cañas, fue un enorme privilegio. Que sigáis siendo la mejor cantera de periodistas de la pelota naranja, y que muchos más crezcan, como yo, teniendo a Solobasket en sus pantallas mientras sueñan con contar deporte. Brindo con todos por muchos años más. Por lo que fue y por lo que vendrá. ¡Salud!