Estos últimos días hemos visto nuevos movimientos en lo que ya podemos definir abiertamente como el "caso Roth". Los papeles del técnico asistente NBA, cuestionados por la Asociación de Entrenadores para la posterior negación de su ficha por parte de la ACB, siguen dando que hablar. Incluso después de que Baloncesto Sevilla saliera al paso llevando el caso al Consejo Superior de Deportes y ofreciendo para la temporada 2014-15 una imagen esperpéntica: Audie Norris como primero pero sin voz de mando, cuatro técnicos (Roth, Norris, Javi Carrasco y Rafa Monclova) sentados en su banquillo junto al delegado del equipo sin levantarse en ningún momento, el tercer técnico planificando ante las cámaras durante los tiempos muertos y esa orden por parte del club, que confesó Norris hace una semana, de no levantarse para solidarizarse con el norteamericano.

Esta situación ha afectado desde el primer momento al plano deportivo. El equipo sevillano evidencia una falta de tensión sobre la pista que ayer, tras la dura derrota (+30) ante un UCAM Murcia con miembros de la exitosa plantilla de la temporada 13-14, muchos no dudaron en señalar como falta de compromiso. La comparecencia de Audie Norris no permitió al cuerpo técnico dar la cara tras ese mensaje continuo y tan desgastado ya de "hemos jugado mal". Caer en Murcia supone firmar un 0-4 de arranque, pendientes ahora de la visita a Bilbao y vuelta a casa para recibir al CAI Zaragoza. Duelos muy complicados que podrían terminar suponiendo marchar a Madrid para enfrentarse al Estudiantes con un 0-6. La costumbre dice que este arranque de competición fuerza a despedir al entrenador.

Antes de que los sevillanos salieran para Murcia, la ACB sorprendió a muchos con su lista de altas y bajas para la jornada. Scott Roth era baja como técnico y alta inmediata como auxiliar. Los dirigentes de la Liga Endesa se habían dado cuenta tres jornadas después de que el entrenador, que no cumplía con los requisitos para ser primero, tampoco podía ser tercero, y así ofrecía un nuevo ridículo. Prácticamente con este movimiento no cambiaba nada -¿qué más da que los tiempos muertos los dirija el tercer entrenador, un auxiliar o un fisio?-, pero todo este caso ganaba en esperpento.

Las últimas novedades del caso apuntan en dos direcciones. Por una parte, tras los primeros silbidos hacia Roth y peticiones de dimisión en el estreno local del equipo en Eurocup, José Luis Galilea volvió a respaldarlo declarando su total confianza en el entrenador, los jugadores y el proyecto, a pesar del inicio de liga. Por otra, Chema de Lucas insinuó que el asunto ya podría estar resolviéndose a las espaldas de todos con algún trato para que el técnico consiga su carnet de entrenador. Una vez más, todas las claves de este asunto se mueven entre sombras.