Hacía pocos minutos que había concluido el primer partido del viernes de los cuartos de final de la Copa del Rey, con la victoria in extremis del Valencia Basket sobre el Laboral Kutxa. Tenía lugar la rueda de prensa de los entrenadores y, tras la de Velimir Perasovic, que se limitaba a analizar el partido y a declarar que habían merecido la victoria, llegaba el turno de Sergio Scariolo.

El entrenador del Laboral Kutxa comenzó su rueda de prensa comentando lo frustrante que suponía perder un partido así, habiéndolo dominado durante casi 40 minutos. Pero pronto pasaba a hablar de lo que se convertiría en el eje central de su rueda de prensa: la queja hacia el arbitraje de Martín Bertrán, Jiménez Trujillo y Perea.

Sergio Scariolo se expresaba en los siguientes términos: "Manteniendo mi total buena fe en los árbitros, y tras haber visto el montaje en vídeo, tengo que decir que hace muchos, muchos años que no veía un arbitraje peor que el de la segunda parte. Han cometido muchísimos errores. Ha habido un par de errores a nuestro favor, pero muchos, muchos más en contra. Repito que hace mucho tiempo que no veía algo como la de la segunda parte. Lamentablemente hemos estado en el bando equivocado. Alguna vez lo estaremos en el correcto".

Pero el técnico de Brescia quería dejar claro que no se refería a la jugada final, la falta señalada a Fernando San Emeterio sobre Rafa Martínez a 4 décimas del final, que dio la oportunidad al jugador del Valencia Basket de romper la igualdad y ganar el partido desde la línea de tiros libres. Una falta probablemente muy rigurosa, y que no siempre se pita en un final apretado, teniendo en cuenta que el jugador ni siquiera había iniciado aún el gesto del tiro. Pero una falta que existió, como parecía reconocer con culpabilidad el rostro de San Emeterio, instantes después de realizada.

Seguía Scariolo arremetiendo contra los árbitros con denuedo: "Ha sido una serie larga de errores, pero casi todos en nuestra contra. Y lo digo después de haberlo visto montado en vídeo. Me siento francamente perjudicado por errores arbitrales que han sido numerosos. Cuando digo esto no me refiero a la última jugada, pero queda mal sabor de boca por un número grande de errores. Un profesional no puede hacer comentarios en caliente que puedan confundirse con comentarios de frustración. Estos no lo son".