CLEVELAND CAVALIERS – GOLDEN STATE WARRIORS 97-105 (2-4)

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Golden State Warriors son oficialmente campeones de la NBA. Lo consiguieron tras ganar por 97-105 en la cancha de los Cleveland Cavaliers, en un partido bastante similar a los anteriores de la eliminatoria.

Steve Kerr apostó por el "small-ball" una vez más y fue un éxito. Las series han sido una partida de ajedrez entre los dos técnicos rookies, y anoche volvió a ganar el de la bahía de San Francisco.

El primer cuarto los Warriors fueron los Warriors. El equipo que ha jugado a lo que ha querido durante toda la temporada, y que tan buenos resultados ha obtenido haciéndolo. Los Cavaliers comenzaron muy desorientados, perdiendo muchos balones y sin ideas claras en ataque. David Blatt apostó por Mozgov casi todo el primer cuarto hasta que decidió rendirse a la idea que había impuesto Kerr, el "small-ball". Los doce primeros minutos terminaban con el +13 en el marcador para los visitantes.

En el segundo cuarto, los locales consiguieron perturbar el juego de los Warriors, que se vieron estancados en ataque y bastante más despistados en desfensa. Cometieron algunas faltas innecesarias que les llevó a tener que prescindir de Thompson e Iguodala por acumulación de infracciones. Ese fue el momento de los Cavaliers. Aprovecharon, y se acercaron en el marcador hasta llegar a los dos puntos de diferencia al descanso. En el segundo periodo, LeBron James alcanzó los 5.000 puntos en su carrera en playoffs. Logro que sólo han conseguido cinco jugadores más. El de Ohio, a sus 30 años, entra en la historia por la puerta grande.

En ese momento, parecía que los locales tendrían la oportunidad de luchar por el séptimo partido. Pero los Warriors les hicieron volver a la realidad.

El cansancio de LeBron James pasó factura, y sólo Mozgov y Thompson ayudaron a la estrella del equipo. En este momento del partido, el juego interior fue la única vía de escape para los Cavaliers. Los triples no entraban, James no podía con su alma y los Warriors mantenían la idea de jugar con un quinteto pequeño. Fue ahí cuando los locales se aprovecharon y sacaron ventaja bajo los tableros. El partido terminó con 56 rebotes de los Cavs, por 39 de los Warriors. Dominio claro en ese aspecto.

Pero el mejor equipo de la NBA volvió a jugar a lo suyo. Posesiones rápidas, movimiento de balón y contraataque. La fórmula funcionó y consiguieron la mayor ventaja del encuentro cuando el tercer cuarto estaba cerca de llegar al final. 

En el último cuarto, los Warriors terminaron de rematar la faena gracias a su arma principal: el triple. Arma que, por cierto, los Cavaliers no tuvieron en absoluto terminando con 6 tiros de tres anotados de 26 intentos. 

El equipo de Oakland se proclamó campeón tras completar una de las mejores temporadas regulares de la historia. Un equipo que ha hecho disfrutar a los aficionados gracias a su juego rápido, vertical, con muchos tiros y jugadas espectaculares. El deporte es justo, y el baloncesto le debía este título a la franquicia que mejor baloncesto ha jugado esta temporada.

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El MVP fue para Andre Iguodala, el jugador que revolucionó las Finales (16.3 puntos, 5.8 rebotes y 4 asistencias durante las finales) y puso la guinda a su actuación con 25 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias en el sexto y definitivo partido. Con él, los Warriors pasaron de tener un quinteto grande, a tener uno pequeño. La clave para frenar a LeBron James y hacer más daño en el aro de los Cleveland Cavaliers. Un premio merecido para un jugador que ha estado a la altura de la oportunidad que le ha brindado el baloncesto. En el partido de hoy, el otro MVP; el de la temporada, Stephen Curry sumó 25 tantos. Mientras que Draymond Green demostró su polivalencia con un triple doble (16 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias).

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No podemos terminar el resumen de las Finales sin hacer mención especial a LeBron James. El jugador que ha terminado con promedios de 35.8 puntos, 13.3 rebotes y 8.8 asistencias. Nunca nadie consiguió esos números en los partidos en los que se lucha por el título. Una vez más, ha demostrado formar parte de la élite histórica de la mejor liga del mundo. En este sexto encuentro se fue a los 32 puntos, 18 rebotes y 9 asistencias. Esta vez contó con la ayuda de JR Smith, que aportó 19 tantos, además de los dobles-dobles de Tristan Thompson (17 puntos y 12 rebotes) y Timofey Mozgov (15 puntos y 13 rebotes). 

Terminó una temporada de gran baloncesto, con anillo para el equipo que mejor jugó, que más hizo disfrutar y que, en definitiva, más lo ha merecido.

Golden State Warriors.