Andrés Montes (Madrid, 27 de noviembre de 1951 – Madrid, 16 de octubre de 2009). Desde hace dos días ya le están recordando el aniversario de su casi inseparable compañero que hoy es trending topic. Así era el showman del baloncesto periodístico más relevante de la historia según Daimiel. Ya se puede decir, ¿no creen?
Hoy hace justamente 3 años que falleció tu compañero y amigo (casi) inseparable de tantas y tantas retransmisiones de partidos NBA en Canal+ ¿Sensaciones?
En realidad no me ha impactado mucho el hecho del aniversario porque tengo un recuerdo diario. Cualquier circunstancia de la vida que me recuerde a él en un día cualquiera me impacta más. Es impresionante que se mantenga tanta gente pendiente. Desde hace dos días ya me lo andan recordando y sabes qué, no me acordaba cuando me lo dijeron. A él le hubiera alucinado mogollón. No es fácil, estamos en un tiempo que todo va por modas. Él era consciente de eso y siempre sacaba el ejemplo de Bobby Deglané, aquel que fuera una figura en la radio y luego fuera olvidado. A Andrés le había impresionado mucho su caso y siempre lo mencionaba.
¿Cuál crees que fue su secreto?
“Se le notaba, tal vez por su genética latina, el talento haciendo esos eslóganes y vendiendo el producto. “
Es difícil de decir. Creo que todas sus fórmulas como comunicador eran bastante improvisadas. Él quería ser diferente y ese fue su impacto. Derrochaba naturalidad. Él huía de los cánones estándar, de lo que hacía todo el mundo. También utilizaba muy bien la repetición como recurso. A veces no somos conscientes pero, por ejemplo, en nuestras retransmisiones NBA es difícil que la gente te vea todos los días y claro, él se repetía y la gente le podía pillar sus eslóganes y frases a la cuarta o a la tercera que lo veía aunque fuera viéndole en retransmisiones salteadas. Se le notaba, tal vez por su genética latina –su madre era cubana- el talento haciendo esos eslóganes y vendiendo el producto. Incluso con el fútbol sabía venderlo a todo el mundo, porque podía hacerlo llegar a los que no conocían mucho del deporte. También creo que mucha gente ha aprendido a apreciarlo más después.
A pesar de tanta naturalidad, algunas piensan que era un personaje en la pantalla y otra persona diferente fuera de ella.
No era tan diferente. En un alto porcentaje era como se comportaba en la televisión pero luego tenía esa parte en la que vendía el producto. En los años -11 años aproximadamente- en los que estuve con él se lo tomó para ser un revolucionario. El venía de trabajar muchos años ya en radio. Era un personaje tanto dentro como fuera de la pantalla.
¿Vestía igual?
(Risas) Sí, vestía igual. Podías verlo ir a comer a un restaurante con sus hijos con el sombrero y la pajarita.
¿Cómo fue tu relación con él?
La relación fue muy buena. Empezó sólo siendo una relación profesional y luego más personal. Es curioso pero aún mejoró más cuando se marchó a la Sexta. La relación se intensificó. Quedábamos para comer solos o con nuestras parejas. A veces a su casa, otras veces a la mía o fuera.
Todo el mundo del baloncesto os reconoce como la mejor pareja periodística de toda la historia pero eso mismo, en el 2006 os separáis.
Sí, el recibió una oferta de la Sexta que era mejor que la del Canal+ y aquí no se hicieron esfuerzos para que se quedara.
Tras el Europeo del 2009 anunció que dejaba la Sexta ¿Crees que hubiera habido alguna posibilidad de haberos visto de nuevo juntos?
Sí, yo creo que sí. Creo que habría vuelto a trabajar con Andrés Montes después de aquel verano si no hubiera fallecido. A él le encantaba la posibilidad de hacer NBA de nuevo y la NBA estaba en el Canal+.