El 17 de octubre de 2017, tuvo lugar un incidente impactante en las instalaciones de entrenamiento de los Chicago Bulls que conmocionó a toda la comunidad de la NBA.

Bobby Portis, en su segundo año en la liga, y Nikola Mirotic, ambos compañeros de equipo en Chicago, tuvieron un altercado físico durante el entrenamiento que dejó a Mirotic hospitalizado con una conmoción cerebral y dos huesos rotos en la mandibula, perdiéndose hasta 23 partidos aquella campaña, lo que lo dejó fuera de acción durante casi dos meses. Mirotic, más tarde, habló sobre el incidente y dijo que fue “uno de los momentos más difíciles de su vida” y que estaba “agradecido de estar vivo“.

Casi seis años después, Portis recuerda aquel momento en el podcast The Old Man and Three, junto a JJ Reddick, el ex jugador que ahora está muy presente en los medios como analista. Tras repasar su situación actual con los Bucks, Reddick quiso exprimir lo último que quedara por sacarle a Portis sobre uno de los temas más sonados de aquella época. Y lo consiguió.

“Esa no fue nuestra primera vez haciendo eso. Todo el mundo lo hacía en los Bulls, esa era la cultura. Todos se metían en peleas“, dijo Portis, respondiendo a la pregunta de Reddick sobre si se trataba de un caso aislado o, si por el contrario, existían precedentes que calentaron la situación.

Portis fue suspendido por ocho partidos. Siendo consciente de la gravedad de los hechos y de que su carrera estaría jaque a partir de ese momento, al igual que la imagen de los Bulls, se apresuró en emitir un comunicado público aceptando la culpa y las consecuencias. “Lamento lo que sucedió. Lamento la vergüenza que causé. Lamento el dolor que causé. Quiero corregirlo”.

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PORTIS Y MIROTIC, SEIS AÑOS DESPUÉS

El ala-pívot también en su día se pronunció sobre su relación con Mirotic y dijo que tenían una buena relación antes del incidente y que esperaba restablecer su amistad en el futuro. “No le deseo nada más que lo mejor”, dijo Portis. “Espero que se recupere y vuelva pronto al equipo”. Ahora, ambos jugadores viven caminos totalmente distintos, pero ambos en equipos punteros en sus competiciones.

Portis es una pieza clave de los Bucks, donde, con el tiempo, ha limpiado su imagen y se ha ganado el derecho por méritos propios a entrar en la conversación por el Mejor Sexto Hombre del Año, en el equipo con mejor récord de la NBA. Por su parte, Mirotic lidera al Barcelona, uno de los clubes que aspiran a competir por el título de la Euroliga año tras año. 
 
En el podcast, Portis siguió sincerándose sobre el caso y explicó que era una lección de vida. “Me hizo mejor persona y como jugador de baloncesto también, porque cuando volví de la suspensión, tuve que enseñarle a la gente cuál mi valor. Durante ese tiempo, esto realmente dañó mi nombre, mi imagen y mi reputación.
Hasta su llegada a los Bucks, Portis ha cargado con el peso de la culpa y hasta hace bien poco, pese a sus buenos números, solo se le recordaba, en el mal sentido. por el suceso con Mirotic. “Por eso le estaré siempre agradecido a Milwaukee. Por permitirme limpiar mi imagen y demostrar que soy más de lo que mostraron los medios. No muchos tienen la oportunidad de hacer eso”.
 
 
Foto de portada: Benny Sieu / Icon Sport