Cleveland Cavaliers no está haciendo una buena temporada. A día 16 de enero tienen un balance de 26-17, lo que les deja en la tercera posición de la Conferencia Este, a 7,5 partidos de los Celtics, líderes de Conferencia. Las razones de este pobre 60% de victorias debemos buscarlas en dos factores: la marcha de Kyrie Irving y, sobre todo, la horrible defensa que están ejecutando los de Ohio.
Los Cavaliers solo han ganado 2 de los últimos 10 partidos, incluyendo la derrota de esta noche contra los Warriors y las dudas sobre la actual plantilla empiezan a ser constantes. Jugadores como Tristan Thompson o Jae Crowder podrían salir para dar entrada a algún jugador que permita dar un salto cualitativo al aspecto más deficiente del equipo: la defensa.
Unas estadísticas que dejan muy mal a los Cavaliers
Los Cleveland Cavaliers son un buen equipo en la parte ofensiva del campo. Actualmente son el quinto mejor equipo en rating ofensivo (puntos por cada 100 posesiones) con 109,9. Sin embargo, son los segundos peores en rating defensivo con 109,4, solo empeorados por los Kings. Esto significa que anotan tantos puntos como reciben por posesión y solo un balance favorable de posesiones les hace ganadores en los partidos. Los Cavs se codean con los equipos con peor balance de la liga en números defensivos y si no mejoran es poco probable que puedan conseguir grandes resultados.
Los fríos datos dejan muy mal a los Cavs. El quinteto pequeño que normalmente utilizan, con Love en la posición de 5, contribuye a que sean uno de los equipos que peor cierra el aro. La obsesión de Lue por acompañar a LeBron James de cuatro jugadores que sean una amenaza desde el perímetro está condenando a su equipo en la defensa interior, a pesar de que los formatos pequeños sean tan habituales hoy en día.
Los Cavs son el cuarto peor equipo en porcentaje de rebotes defensivos, con un 76,1% y el 23º en porcentaje de rebotes totales, con un 48,7%. Este factor, sumado a su deficiente net rating hace que sus probabilidades de ganar no sean altas, especialmente contra equipos de la parte alta de la tabla.
El dúo que forman Crowder y Love hace que muchos entrenadores decidan enfocar sus ataques hacia la pintura de los Cavs. Los Cavs reciben 46,1 puntos por partido en la pintura, la 8ª cifra más alta de la liga. En distancias cortas, son un equipo que permite porcentajes muy altos, en lanzamientos desde menos de 1,5 metros permiten un 63,8% de los tiros, el tercer peor equipo de la NBA. Se nota la falta de un intimidador que rebaje esos porcentajes. Otro dato que refleja esa tremenda debilidad es que son el cuarto peor equipo en tapones, con 3,8 por partido.
Si tenemos en cuenta que los Cavs deberían ser conocedores de esa circunstancia, la intensidad debería ser algo en lo que destaquen, pero eso no ocurre en Ohio. Los Cavs solo permiten un 8,9% de los tiros con menos de 0,7 metros de oposición (2º por de la liga), mientras que un 26,5% de los tiros de sus rivales son completamente abiertos (sin un defensor en 1,8 metros a la redonda), lo que les sitúa en la 5ª peor posición de la liga. Si se juega con quintetos pequeños, más móviles y con marcas individuales más intercambiables es precisamente para evitar los tiros abiertos, pero vemos que es otro de los muchos puntos débiles de los Cavs en defensa.
El espacio que tienen los rivales para tirar hace que sus porcentajes sean altos. Cleveland permite un 47,2% de acierto en los tiros de campo de sus rivales, el sexto peor de la liga. En ataque anotan un 45,8% de sus lanzamientos, lo que deja con una ratio de -1,4, sexto peor de la liga.
For shame Cavaliers' defense pic.twitter.com/hRJE2zo8pd
— Greg Cassoli (@GregCassoli) 12 de enero de 2018
Las probabilidades del mercado
Se ha hablado de nombres como DeAndre Jordan o Marc Gasol como posibles refuerzos de los Cavs. Sin embargo, a pesar de que estén en equipos perdedores, su llegada no es nada fácil.
Cleveland gasta en salarios más de 137 millones de dólares esta temporada, muy por encima del tope salarial, lo que limita mucho los traspasos que pueden ofrecer. Tienen a muchos jugadores sobrepagados y algunos de ellos con varios años de contrato por delante. Son los casos de JR Smith (le quedan 3 años y 44 millones), Kevin Love (72 en 3 años) y Tristan Thompson (51 en 3 años). Se hablaba del pívot canadiense como moneda de cambio, pero es poco probable que los general managers acepten a un jugador que está haciendo la peor temporada de su carrera y que no ha ofrecido ninguna mejora técnica en sus años en la NBA.
Así pues, lo único que podría ofrecer Cleveland sería la ronda del draft de los Nets, pero el equipo neoyorquino está haciendo una temporada mejor de lo esperado y son el séptimo peor equipo de la liga, con lo que su pick no tiene tanto valor como en el momento en el que lo adquirieron los Cavs en el traspaso de Kyrie Irving. Además de la ronda, Cleveland podría ofrecer a Crowder, que tiene uno de los contratos más infravalorados de la NBA (21 millones por 3 años) y algún jugador en último año de contrato como Frye (7,4 millones).
Los Cavs tienen que arriesgar para fichar a algún jugador de gran impacto defensivo que les haga cambiar en esa faceta del juego. Recordemos que LeBron James es agente libre en el verano que viene y su continuidad en Ohio dependerá del rendimiento del equipo en esta temporada. El 8 de febrero es la fecha límite de traspasos en la NBA y los Cavaliers serán uno de los animadores de las semanas previas.