La monarquía contraataca: Paliza memorable a los Warriors (2-1)

ESPAÑOLES Y EX ACB, BAJO LA LUPA

LA CRÓNICA

Cleveland Cavaliers – Golden State Warriors (120-90)

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Otra historia. Se dice que en Playoffs, cada partido es independiente por sí solo. Que no importa ganar de 1 o de 30 porque, en el siguiente encuentro, empiezas de 0. Muchos no están de acuerdo con esta afirmación, y si no, que se lo pregunten a los Cavaliers. 

Después de perder (y bien perdidos) los dos primeros partidos de estas Finales en Oakland, uno de sus pilares, Kevin Love, siendo baja confirmada para el tercer partido y con los Warriors en modo masacre y un 2-0 que tenía destellos de barrida, los Cleveland Cavaliers dieron un puñetazo sobre la mesa de esos que resuenan en cada rincón del mundo del baloncesto. 120-90. 30 puntos de diferencia en unas Finales ante el mejor equipo de la historia, que aunque sigue manteniendo su ventaja en la serie, se ha llevado uno de los mayores golpes que se le recuerdan a este equipo de ensueño.

El partido empezó con el mejor resumen de lo que fue la noche: 9-0 de parcial para empezar, con el Quicken Loans Arena en ebullición y todos haciéndose la misma pregunta: ¿Este es el mismo equipo que jugó los dos primeros partidos? La verdad es que en nada tenía que ver. Al omnipresente LeBron James, que firmó uno de esos partidos de leyenda, se alió la mejor versión de Kyrie Irving. El base empezó el partido entonadísimo, secando a Curry, que no anotó en los primeros 12 minutos de juego, y apuntándose a la estadística 16 puntos y 3 asistencias al final del primer periodo. 33-16 para empezar el partido y los Splash Brothers en una sequía jamás vista. Estos Cavaliers son más que dignos contrincantes para luchar por el anillo ante el equipo de los récords.

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A pesar de que las diferencias fueron disminuyendo conforme avanzaba el segundo cuarto, eran los Cavaliers quienes llevaban esta vez el control del partido. Apareció Curry con su primera canasta, y Thompson, que tras un 0-5 en tiros de campo anotaba 8 puntos consecutivos para apretar el marcador y poner a 8 a su equipo. Sin embargo, apareció el otro Thompson, Tristan, para machacar el aro local una y otra vez a base de rebotes ofensivos (atrapó 7 para un total de 13, más 14 puntos). Se llegaba al descanso con un 51-43 que sonaba a pooco para el cambio radical que se había producido en la pista respecto al partido anterior, aunque los Cavaliers no se quedaron con las ganas.

Un nuevo parcial de 38-26 en la reanudación acabó con el actual campeón, que tuvo que ceder esta vez ante el dominio absoluto de LeBron James. El alero volvió a ponerse la capa de super héroe ante su público y firmó un partido estratosférico: 32 puntos, 11 rebotes y 6 asistencias para el alero de Akron, que dejó uno de los mejores mates de la Final.

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Los Splash Brothers aparecían, con Stephen Curry anotando su primer triple en la segunda mitad (acabó con 19 puntos) y Thompson intentándolo sin éxito (10 puntos con malos porcentajes. Ninguno de los dos ha llegado a la veintena de puntos en los tres partidos que se han disputado, un logro (¿o demérito propio?) impresionante por parte del equipo de Tyronn Lue. Las diferencias no hicieron más que aumentar conforme avanzaba la segunda parte, con Irving disfrutando de su show particular, que acabó en 30 puntos y 8 asistencias, y JR Smith poniendo la puntilla con sus 20 puntos y 5 triples.

Al final, lo dicho, 120-90. Para el espectador, es lo mismo que si hubiesen ganado de 1, porque la serie se habría puesto igual 2-1, pero las caras y las sensaciones de los jugadores de los Cleveland Cavaliers no tienen nada que ver que cuando comenzó este tercer partido. Estan muy vivos y quieren plantar cara al campeón. La monarquía contraataca.

EL MVP: LEBRON JAMES (CLEVELAND CAVALIERS)

Quién si no. El que el año pasado estuvo a punto de firmar una de las mayores gestas que se recuerdan en la historia de la NBA, jugando casi solo y firmando unos números de MVP. Tras dos partidos decepcionantes, LeBron James se llenó del calor de su querido Quickens Loans Arena para llevar en volandas a los suyos y devolver la emoción a la serie. Sus números, demenciales: 32 puntos (14/26 en TC; 1/2 en T3; 3/5 en TL), 11 rebotes, 6 asistencias y 2 tapones. Imparable en ataque y fundamental en la defensa de Draymond Green, que nada pudo hacer ante el ímpeto de El Rey. Las opciones de los Cavs pasan por sus manos y él lo sabe, así que un año más, disfrutamos de una nueva gesta de aquel que, por encima de todo, jamás tira la toalla. Un auténtico Rey en Cleveland.

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Mención especial al partido de Kyrie Irving, que firmó 16 puntos en el primer cuarto y acabó con 30, además de 4 rebotes y 8 asistencias. Su mejor partido en unas Finales.

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