Llegan a la gran final después de aplastar a sus rivales. Por las garras de Nowitzki y compañía han pasado los Blazers (4-2), Lakers (4-0) y Thunder (4-1). La duda estaba en las Semifinales del Oeste y apabullaron a unos Lakers que reclaman reconstrucción. En Finales de Conferencia dieron buena cuenta del equipo de moda, los Thunder de Durant y Westbrook, agotados tras los zarpazos de los Grizzlies. Miami está a un paso de confirmar la apuesta en los despachos de este verano, al igual que lo hizo el Big Three de los Celtics. Nuestros expertos te ofrecen algunas pistas.En el camino quedaron Sixers (4-1), Celtics (4-1) y Bulls (4-1). Al igual que los Mavs, se toparon contra el otro gran clásico en las Semifinales al que barrieron y luego hicieron lo propio ante el otro equipo de moda. Estaban llamados a reencontrarse.
Meej

Ambos finalistas se encuentran con un rival diferente a los que han tenido que superar para llegar hasta aquí. Dallas no se ha encontrado una defensa como la exhibida por los Heat contra los Celtics y los Bulls, mientras que Miami no se ha enfrentado a ningún equipo con la capacidad ofensiva de los Mavs. Dallas intentará desequilibrar a su rival como lo ha hecho hasta ahora, obligando a una sobrecarga defensiva sobre Dirk Nowitzki que deja descubiertos a los tiradores exteriores, y no hay que olvidar que Miami ha basado su éxito hasta ahora en cerrar la pintura ignorando las esquinas. Ése es un lujo que no se podrán permitir ante los Mavs, igual que tampoco podrán poner a LeBron sobre Nowitzki y esperar que el alemán tenga las mismas dificultades en el tiro que Derrick Rose. Por su parte, Dallas se encuentra con la difícil tarea de frenar al Big Three, aunque cuenta con la ventaja de haber visto cómo Chicago lo conseguía hasta cierto punto. Claro que los Bulls presentaban quizás la mejor defensa de la NBA, y está por ver si los Mavericks tienen la suficiente capacidad defensiva para imitarlos. Hasta ahora, ambos contendientes han conseguido dictar los términos de sus enfrentamientos contra los rivales anteriores, obligándoles a cambiar su rotación en los momentos decisivos para evitar (en vano) el desastre. ¿Quién será el primero en apartar la mirada en la final?
Juan Carlos Serrano

Rudy Tomjanovich dijo que nunca hay que subestimar a un jugador en estado de gracia. Lo del corazón del campeón era puro eufemismo. Como el Olajuwon de los anillos, Nowitzki parece tocado por los dioses; a un nivel irreal generándose sus canastas como un escolta anotador a base de giros y fintas de tiro. Reinventados en ataque (mesura en Kidd, anotación al poste de Marion), su segunda gran fortaleza tras el alemán es la reversibilidad defensiva de esos exteriores (y aquí cuesta no pensar en Butler o Beaubois). Kidd ha marcado a Matthews, Kobe Bryant, todos los pequeños Thunder y relevó sobre Durant a Marion (defensor que varía de Roy a Odom, y que puesto con Westbrook llevó a Brooks a la terrible decisión de sentarle en el último cuarto del segundo choque). Así queda protegido Terry, al que hieres con un tercer exterior de calidad tipo Harden. Esto lleva a si Miami puede usar el quinteto que ambicionaba Riley desde el principio, con Mike Miller y el defensor perfecto de Nowitzki, Haslem, decisivo en cada minuto que libere a Bosh de Dirk. Muy clutch player estos días, base y líder defensivo, LeBron no tiene un alero a anular tipo Pierce y ayudará a todos, especialmente sobre Nowitzki. En ataque ha de facilitar con sus pases que Bosh siga cómodo como ante Noah y saque de la zona a Chandler, abriendo caminos a un Wade que va dando bandazos en función de la serie, y que será el objetivo de la versatilidad de Dallas si pudieran confundirle aún más marcándole también con Marion y pasando a Stevenson-Kidd sobre esa batalla perdida que es James.
José Navas

Llegamos al punto y final de la temporada y lo hacemos con un plato fuerte, una reedición de las finales de 2006. Cierto es que de aquellas finales tan sólo hay 4 supervivientes, dos por cada equipo, pero sin duda que para Dirk Nowitzki sera si cabe una final muy esperada y con el agrio recuerdo de aquellas finales en las que los Mavs desaprovechaban un 2-0 a su favor.
Los protagonistas en esta ocasión han cambiado. Por un lado tenemos a los esperados, amados y odiados por partes iguales Miami Heat. Dwyane Wade ya sabe lo que es mojarles la oreja a los Mavs, para LeBron James serán sus segundas finales, aunque cierto es que serán sus primeras con opciones de anillo, ya que en 2007 aquellos Cavaliers fueron muy inferiores a los Spurs. Para Chris Bosh será su bautismo en una final NBA. Todo el mundo les daba como favoritos y ellos han cumplido con creces en estos playoffs, dejando atrás la difícil temporada regular en la que han recibido criticas y elogios por partes iguales, y en el que justo al final de la misma parecieron alcanzar el nivel que se les esperaba, un nivel que con todos los ríos de tinta que hicieron correr en verano, prácticamente se les obligo a demostrar ese nivel desde el principio, sin pensar que los nuevos Heat eran un equipo prácticamente nuevo.
En el otro lado de la balanza encontramos a los Mavericks, sí, otro de esos equipos veteranos que se ha resistido a caer en la que ha sido la tónica general de estos Playoffs, y que cuenta entre sus filas con un buen puñado de veteranos con muchas guerras a sus espaldas, y a los que la suerte les ha sido esquiva a la largo de todos sus años como profesionales.
Dallas Mavericks y su jefe Mark Cuban han formado un auténtico equipazo, con un fondo de armario de esos que todas las franquicias de la NBA quieren tener. Ahora mismo todos estamos pensando en como pararán los Mavs a LeBron y a Wade. Pero el secreto del éxito por parte de los Mavericks en estas próximas finales no va ha ser otro que jugar con todo ese arsenal y que sean los Heat quienes se tengan que preocupar por ellos.
Soy un amante del baloncesto de la Costa Este, pero en esta ocasión los Nowitzki, Terry, Kidd, Stojakovic, Butler, Marion y compañía, han hecho un hueco en mi corazón, y creo que por plantilla y porque el destino les debe un anillo a todos estos grandes jugadores de la última década, son mis favoritos para esta final, y mi pronostico es un 4-3 a favor de la franquicia tejana.
Igor Minteguia

Ya están aquí las series finales de la NBA. Y con un protagonista inesperado. Pocos apostaban en un principio por los veteranos Mavericks para alzarse con el título de la Conferencia Oeste. Clásicos outsiders de los últimos años, su ciclo parecía llegar a su fin. Sin embargo, ahí los tenemos, comandados por un Nowitzki en estado de gracia, dispuestos a dar guerra al equipo de videojuego, los Miami Heat. Los veteranos Nowitzki, Kidd, Marion, Terry y Stojakovic saben que éste es su último tren y lo darán todo ante una franquicia de Florida cuya apuesta por la acumulación de estrellas ha dado sus frutos. Hasta un 73.5 % de los puntos anotados en playoffs han venido de la mano de esos extraterrestres que responden al nombre de Wade y James y de su escudero de lujo, Chris Bosh. El "a mi la legión" en ataque y el gran trabajo colectivo en defensa (88 puntos recibidos de media) han sido suficientes para que los de Spoelstra se presenten en una final de la que, no nos engañemos, son favoritos, sobre todo, si secundarios como Mike Miller o el recuperado Udonis Haslem aportan en positivo. Veremos como responden las piernas de los Mavericks (¿Podrá, por ejemplo, el otrora hiper-atlético Marion frenar a Lebron?) porque de calidad y experiencia van sobrados. Una victoria de los de Texas sería un bonito colofón a la carrera de varios jugadores que son historia viva de la liga. Mi corazón va con ellos, pero mi cabeza, con los Heat. Mi pronóstico: 4-2 para Miami, aunque ojalá me equivoque.
J.R. Sanchis
A LeBron James le llegó la Final del 2007 demasiado pronto. Su compañero Wade había ganado una temporada antes y pensaba que podría tocarle a él. Nada que hacer ante unos muy enteros Spurs. Más hecho afrontó los dos últimos Playoffs, con su equipo como candidato a finalista, pero se llevó dos garrotazos que sirvieron, de paso, para humanizar su endiosada figura. No estamos en la misma situación que la pasada campaña. Los Heat se han llevado mil palos, pero están en la Final…y casi sin despeinarse. Hay una pega. El equipo que tendrán enfrente prácticamente ha hecho lo mismo, y salía más atrás en la pole de candidatos. El 4-0 ante los Lakers ha sido el punto de inflexión. Con él los Mavericks han pasado de creyentes a fanáticos por el título…y de paso se han ganado a una crítica que loa sus valores. Nowitzki tiene números de ser el mejor europeo de todos los tiempos y tiene la oportunidad para despejar dudas. La temporada pasada, con la eliminación repentina en PO, el alemán sospesó el cambio de equipo, pero Cuban le cantó aquello de que los Mavs ganarán un anillo y tú capitanearas la gloria. Después del desastre del 2006, Dirk y Terry deben aprender. Y Kidd, en su tercera cita. La de la vencida por 4-2.