La NBA siempre nos trae historias, narrativas y cifras espectaculares cada noche. Esto se intensifica en los Playoffs, donde los mejores jugadores de la liga hacen relucir sus virtudes y la competitividad les empuja a firmar actuaciones al alcance de pocos.
Uno de ellos es Devin Booker. El escolta de los Phoenix Suns ya se constató como una estrella desde muy joven, pero, a sus 26 años, ese talento ofensivo ha madurado para darle victorias de calidad a su equipo, teniendo la serie en contra e incluso enfrentándose a un monstruo serbio que ha sido dos veces MVP y que firma 53 puntos y 11 asistencias. Como bien apuntó Sam Quinn con sus datos, Booker está firmando unos Playoffs históricos y dignos de una superestrella.
DEVIN BOOKER CON NÚMEROS QUE SUPERAN A JORDAN Y LEBRON
Booker promedia 36,8 puntos por partido en los Playoffs. Entre todos los jugadores que han jugado en al menos ocho partidos en una sola postemporada (dos rondas de participación), ocupa el cuarto lugar en la historia de la NBA en puntos por encuentro. Los dos jugadores que le preceden lo hicieron hace seis décadas: Elgin Baylor en 1961 (38,1 puntos) y 1962 (38,2 puntos) y Jerry West en 1965 (40,6 puntos). Booker está superando a otros dos jugadores que entran en el debate del mejor de todos los tiempos. Michael Jordan, en dos temporadas donde superó los 36,7 puntos por partido, y LeBron James en 2009, con 35,3 puntos, van por detrás del jugador de los Suns.
Booker ahora está registrando un 61.7% de acierto en tiros de campo en Playoffs. Eso establecería un nuevo récord de postemporada de la NBA para jugadores con, al menos, 30 puntos de media, superando el 61,2% de Shaquille O'Neal durante los Playoffs de 1998. Para encontrar un anotador que con mejor efectividad en al menos ocho encuentros de Playoffs, debemos bajar el listón hasta James Worthy en 1985, quien tuvo un 62.2% en tiros de campo, pero que promedió solo 21.5 puntos por partido.
El acierto desde el perímetro no se queda corto. Booker está tirando mucho y bien, rozando el 51% en triples. Solo ocho anotadores de más 20 puntos en la historia de la NBA han acertado la mitad de sus triples en toda una postemporada y han anotado al menos uno por partido. Para más inri, incluso en este aspecto Booker se queda solo, ya que es el primer anotador de 30 puntos en lograr esta hazaña. Pese a su alta media en anotación, sus puntos provienen directamente de los tiros de campo, en juego: lanza solo seis tiros libres por partido durante este tramo escandaloso. Solo Stephen Curry y Kareem Abdul-Jabbar han promediado alguna vez 30 puntos por partido durante toda una postemporada con menos tiros libres.
Aquí no hay trampa ni cartón, los números no engañan y sus actuaciones tampoco. Como sí podría decirse en otros casos, como el de
Anthony Davis ante los Warriors, Booker no está aprovechando ninguna desventja del rival, ni explotando un tipo de juego en concreto diseñado por
Monty Williams para darle oportunidades. Booker nos está regalando actuaciones individuales de su propia cosecha. Toma el balón y se crea la mejor situación para un tiro, uno tras otro.
En el caso de que los Suns sobrevivieran a su enfretamiento a los Denver Nuggets, ante quienes iban perdiendo por 0-2, el resto de jugadores deberá dar un paso al frente o Booker tendrá que seguir con su histórico ritmo. Kevin Durant ha hecho su parte y lo que se esperaba de él, pero el resto no está cumpliendo las expectativas. Chris Paul, con 30 millones de salario, está fuera por lesión, DeAndre Ayton tuvo una pobre actuación de 4 puntos en el tercer partido y fue sustituido por Jock Landale, partido donde el tercer máximo anotador de Phoenix sumó 7 puntos. Por suerte, Landry Shamet apareció en los momentos finales del cuarto partido para sumar cuatro triples.
Los Suns tienen aspiraciones de lograr el campeonato, más habiendo demostrado que un 0-2 en contra no les frena. Tienen un dúo campeón en Booker y Durant. Pero el resto de su lista no parece tener madera de campeón por lo visto hasta ahora. Todavía es pronto para hablar, pero los números de Booker están ahí. No todas las plantillas campeonas son perfectas. De hecho, en muchas ocasiones las rotaciones son tan cortas que los equipos dependen casi únicamente de sus estrellas, como está siendo el caso de Phoenix. A diez victorias del campeonato, si Booker sigue con esta inspiración, los Suns pasan de ronda y llegan más lejos, será difícil no entrar a la conversación de que el escolta firmó la mejor postemporada ofensiva en la historia de la NBA.
Foto de portada: Phoenix Suns