Isiah Thomas, leyenda como jugador NBA y ahora presidente de operaciones de los New York Knicks, acudió a Badalona para “establecer relaciones con el presidente y con el club” y para ver en acción el DKV Joventut – Pamesa donde participaba Rudy Fernández. Antes del choque Thomas se expuso a las preguntas, la gran mayoría monotemáticas, de los que allí nos congregamos.

En persona Thomas se mostró cordial y un tanto cohibido. De hecho, surgió una pequeña conversación con Miqui Forniés, jefe de prensa del DKV Joventut que acompañaba al ex jugador, y no me di cuenta de su presencia hasta incorporarme nuevamente en mi silla. Cabizbajo ante tanta expectación, con unos quilitos de más y enfundado en una chupa de cuero se hizo invisible a mis ojos a pesar de que restaba al otro lado de nuestras palabras.

INTERCAMBIO DE IMPRESIONES
No todos los días se pueden intercambiar impresiones con un legendario como Isiah Thomas así que mis compañeros y un servidor disfrutamos lanzándole algunas preguntas a un hombre de la vieja escuela que aún está digiriendo aquello de que tiene que mantener la vista tanto en Europa como en la NCAA. Por ello no fue difícil que entrara en una contradicción comparando el baloncesto de ahora y el de su época. “No creo que haya bajado el nivel mucho, creo que en el extranjero ha subido”. No obstante, fue rotundo cuando contesto ante el nivel de su época como jugador y el actual, aquí viene la ambigüedad de sus reflexiones aseverando que “absolutamente no” había la misma calidad en aquel entonces al juego que se disputa en la actualidad. “Piensa que cuando yo jugaba en la liga estaban Magic Johnson, Michael Jordan y Larry Bird que son tres de los jugadores mejores de toda la historia, y yo, el mejor base pequeño de la historia. Yo creo que cada 25 años sale un gran talento. Shaquille O’Neal es otro de esos jugadores. Es como hablar de Picassos y Dalís” refiriéndose a que no todos los años aparecen simplemente surgen.

Thomas, bien asesorado, además de echarle un vistazo a la historia del arte español, se armó de paciencia para aguantar la envestida de la mayoría de los reunidos que no cesaron de preguntar por su interés por Rudy: ¿Qué le parece Rudy? ¿Vino por él? ¿Qué conoce de su juego?… Pareciendo así que los Knicks nos harían un favor a todos si se llevaran al chaval.

Hablando de exportaciones, ya puestos, y… ¿los técnicos ‘non-U.S.’? ¿También tienen un espacio en la NBA? Según Thomas “Definitivamente. Creo que mezclar diferentes formas de ver el baloncesto es bueno”. Y razón no le falta, sin embargo muchos no vemos a algunos de los mejores entrenadores, aguantando las chulerías de la gran mayoría de las estrellas de liga norteamericana. Pongamos un ejemplo, se imaginan a Ivanovic aguantando las excentricidades de Iverson.

Uno de los secretos de los jugadores europeos es la disciplina, la misma que no llega a esos jugadores que se saltan la universidad donde técnicos como Bobby Knight, Pitino, John Chaney u otros endurecen la piel de los que juegan su baloncesto, actitud que suelen hacer desaparecer los dólares y la fama del profesionalismo americano, aunque los más optimistas creamos que algunas cosas siempre quedan.