El terrorífico dato sobre Irving que preocupa a los Dallas Mavericks

Kyrie Irving siempre ha sido un jugador de difícil análisis. Pocos deportistas han ido tanto de la mano de la ambivalencia como él. El camino que ha recorrido siempre ha sido de puntillas, por esa fina línea que separa el bien del mal. Por eso es tan difícil hablar de su persona sin entrar en juicios, opiniones sesgadas o frases tan manidas como originales. Siempre hay una de cal y otra de arena para un hombre carismático en su ambigüedad, extraño en sus formas, con barreras en su fondo.

"No es la primera vez que pierdo en Boston", dijo Kyrie Irving después de la derrota en el primer partido de la final de la NBA. Él estuvo por debajo de lo que se esperaba: 12 puntos, con un insuficiente 6/19 en tiros de campo, incluido un 0/5 en triples, y tres pérdidas de balón. La sensación es que los Mavs necesitan la mejor versión de Kyrie si quieren competir.

 

 

Siete años después, Kyrie volvía a las Finales. Son las cuartas de su carrera tras disputar tres con los Cavaliers, a la vera de LeBron James, con ese triple histórico sobre Stephen Curry en 2016 que permitió al Rey lucir su corona y presumir de cumplir la mayor de las promesas, la del anillo para la franquicia de Ohio. El premio más grande para el mercado más pequeño.

KYRIE IRVING ESPERABA "MÁS" DE BOSTON EN LAS FINALES NBA

"Es nuestra actitud y cómo abordamos las cosas posesión tras posesión. No he tenido los mejores partidos ofensivamente en estos playoffs, pero ahora es nuestro turno de superarlo juntos", analizaba el base, que resta importancia al ambiente: "No son los abucheos. Pensé que iba a haber más ruido, pero espero lo mismo en el segundo partido, con el público intentando sacarme de mi elemento. Tengo que mantener la compostura y la confianza".

 

 

Vaya si lo necesita. De hecho, es la undécima vez consecutiva que el base de los Mavericks cae en una visita al TD Garden. Ese es el (frío) dato. Y más que frío, congelado, preocupante (para Dallas). No obstante, estamos hablando de un talento especial, generacional. Y un experto en dar la vuelta a la tortilla. El camino hacia la reivindicación esta temporada ha llegado de la mano del de la redención. Picando piedra, encerrándose en sí mismo, evitando declaraciones confusas con la prensa y dedicándose a jugar al baloncesto.

"Hubo muchas emociones", aseguró Irving sobre el estreno de la final en territorio hostil. De cara al segundo encuentro, espera "la oportunidad de competir contra un gran equipo de los Celtics. No lo hicimos como queríamos y eso comienza conmigo. Tengo que asumir cierta responsabilidad". Para cerrar la noche, el base escribió un mensaje en sus redes sociales: "Tribu, mantengan a Dios primero y permanezcan juntos. Esta misión es más grande que nosotros". Simplemente, Irving.

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