En su infancia adoraba ver a sus amigos correr en moto yo siempre deseé hacerlo y ahora puedo asevera Smits. El ex pívot de los Indiana Pacers siempre ha sido un amante de los motores y durante su pasado NBA reunió hasta veinte coches, muchos de coleccionista. Actualmente sólo atesora tres: un Monteverdi, de Holanda (sólo fueron construidos 96 y sólo hay tres en todo los Estados Unidos), un Roadrunner del 70 y un camión adaptado para carreras.
Dicen que un comprador llamado Brian Borshoff fue el que metió a Smits en el mundo de las carreras de motos. En los días que corren el europeo está situado en un nivel intermedio de la American Historic Racing Motorcycle Association. Dicen que se le da muy bien; en carreras de exhibición por el país se le adjudica haber ganado un 75% de las mismas, incluso fue galardonado con el premio anual de “outstanding performance in cross country” en 2003.