Tras la sufrida derrota por 4-0 en los Playoffs ante los todopoderosos Brooklyn Nets, se evidenció más que nunca que el cambio que los Celtics venían pidiendo a gritos desde hace tiempo era una necesidad real. Y la verdad es que a los dirigentes del TD Garden no les tembló el pulso a la hora de tomar decisiones firmes. Conscientes de que el proyecto andaba directo hacia el abismo del fracaso, en Boston decidieron que la era de Brad Stevens en el banquillo tenía que llegar a su fin. Una decisión atrevida que dejó con la boca abierta a más de uno, ya que Stevens ha sido uno de los grandes artífices del resurgimiento de la franquicia. Pero, aunque parezca sorprendente, la decisión tiene todo el sentido del mundo. Y es que lo que parece un simple cambio en el banquillo es, en realidad, una modificación estructural que servirá para cambiar el rumbo del equipo -o al menos intentarlo-.
Pero la relación Boston-Brad Stevens no acaba ni mucho menos aquí. El que fuera entrenador de la franquicia durante 8 temporadas ha asumido ahora el cargo de director de operaciones, sustituyendo así a una leyenda ‘green’ como Danny Ainge. La franquicia necesitaba aire fresco e ideas nuevas y, a la línea de las pretensiones de la directiva, Stevens ha empezado con toda una declaración de intenciones. Siempre con la intención de construir el nuevo proyecto a partir de sus dos grandes estrellas, Jayson Tatum y Jaylen Brown, el ex entrenador de los Celtics tuvo la entereza de prescindir de Kemba Walker. Y es que el base, procedente de Charlotte como una de las grandes superestrellas de la liga, nunca ha sido capaz de dejar su huella en el Garden.
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PLANTILLA
NOVEDADES
Aunque la franquicia de Massachusetts lleva tiempo ya tras una estrella que no ha llegado, lo cierto es que este último mercado de fichajes ha sido más que positivo. Primero, por mantener el bloque formado por Smart-Brown-Tatum y, segundo, porque las novedades se adaptan -sobre el papel- a las necesidades de la plantilla. A nivel individual, la llegada con más renombre del verano ha sido la de Dennis Schröder. Después de rechazar una player option de 84 millones en Los Ángeles, el mal rendimiento del alemán en los Playoffs le han llevado a firmar con los Celtics por solo una temporada y 5’8 millones. Una gran oportunidad de mercado que, inteligentemente, los Celtics han sabido aprovechar para encontrar un sustituto de garantías a Kemba Walker.
Pero sin muchos más casos individuales a destacar, lo más relevante de la primera labor del ex técnico como director ejecutivo es que ha sabido tapar con nota una de las grandes debilidades de la pasada temporada: la poca profundidad de la plantilla. Al Horford y Enes Kanter aterrizan de nuevo en Boston para aportar experiencia en el juego interior, Josh Richardson llega como un combo guard con muchas alternativas a ofrecer desde el banquillo y, finalmente, el español Juancho Hernangómez, con un rol parecido a éste último puede ser una pieza clave para abrir el campo y aportar una versatilidad defensiva que cada vez es más importante en la NBA.
Pero más allá de los protagonistas sobre la pista, la gran novedad para los Celtics es la llegada de Ime Udoka al banquillo. Sin experiencia como entrenador jefe en la NBA, contará con la plena confianza de toda una franquicia que, habitualmente, deja trabajar libremente a sus coaches. Con la dificultad de sustituir a todo un maestro de las pizarras como es Brad Stevens, Udoka tiene un gran reto por delante.
ESTRELLA Y SEGUNDA ESPADA
JAYSON TATUM
Con tan solo 23 años el alero nacido en Missouri ya se ha convertido en el gran referente de una franquicia histórica como los Boston Celtics y, seguramente, se ha postulado como uno de los 10 mejores jugadores de la NBA. Hábil con el balón en las manos, con buena capacidad atlética, unos recursos técnicos interminables y una muñeca letal desde la larga distancia, Tatum es uno de esos jugadores diferenciales en ambos lados de la cancha. Pero, pese a su juventud, su mayor virtud es la toma de decisiones. Su madurez y su frialdad lo convierten en un jugador letal en el clutch time, cuando más quema el balón. La temporada pasada nos regaló varias actuaciones para el recuerdo, como los 60 puntos que anotó ante San Antonio Spurs. Con gran madera de superestrella, todo apunta que va camino a convertirse algún día en MVP.
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— Boston Celtics (@celtics) October 5, 2021
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Pese a que, lógicamente, vive bajo la gran sombra de Jayson Tatum, la importancia de Jaylen Brown para la franquicia de Boston no puede pasar desapercibida. Apuesta de Danny Ainge en el Draft de 2016, el exterior estadounidense ha ido cocinando a fuego lento su juego hasta convertirse en una pieza fundamental. Eje principal del sistema defensivo de los Celtics, los números y las buenas sensaciones de Jaylen Brown en ataque van creciendo año tras año. La pasada campaña disputó su primer All-Star Game y, si sigue con su increíble evolución, de bien seguro que se convertirá en un fijo. Es de aquellos jugadores que todo el mundo quiere en su equipo.
COACH Y ESTILO DE JUEGO
Nuevo entrenador, nuevo estilo de juego. Lógicamente, que sea la primera experiencia de Ime Udoka (44 años) como entrenador principal de un equipo NBA genera ciertas dudas sobre la capacidad que tendrá el técnico para hacer resurgir el nuevo proyecto de los Celtics. Pero lo cierto es que Udoka forma parte de esta nueva generación de entrenadores que entiende el baloncesto actual a la perfección. Un aspecto que, precisamente, puede jugar muy a favor para la adaptación del técnico a la mejor liga del mundo.
Aún es pronto para saber cómo jugarán estos nuevos Celtics, pero las primeras sensaciones que ha dejado el nuevo coach durante la pretemporada han sido verdaderamente positivas. Al igual que con Stevens, el sistema defensivo seguirá siendo uno de los pilares de estos Boston Celtics que, además, podrán añadir nuevos registros en ataque. La gran duda será ver si Udoka apuesta por un quinteto más pequeño (con Tatum o Juancho actuando como ‘4’) o, por lo contrario, si se atreve a formar una pareja de interiores con más centímetros juntando a Horford y Robert Williams.
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OBJETIVOS Y PREVISIÓN
El gran objetivo de la franquicia es evidente: volver a luchar por hacerse con el trono de la Conferencia Este como ya hicieron en la temporada 2016/17. Pero, por ahora, quizás sea una meta demasiado ambiciosa. Con grandes rivales como Brooklyn Nets o Milwaukee Bucks, los vigentes campeones, reinar en el este va ser más complicado que nunca. Y la lista no acaba aquí. Pese al notable trabajo de Brad Stevens en los despachos, hoy en día los Celtics parecen estar un paso por detrás de Atlanta Hawks y Philadelphia 76ers, así que lo más probable es que acaben peleando por la 4ª o 5ª plaza con otros rivales exigentes como Miami Heat, New York Knicks e incluso Chicago Bulls. En Boston están creciendo ciertos frutos de esperanza, pero el nuevo proyecto debe madurar con paciencia. Veremos hasta dónde son capaces de llegar los nuevos Celtics de Udoka.
