A pesar del casi irrepetible 73-9 del pasado curso, los Golden State Warriors decidieron en verano desde los despachos apostar por una remodelación de plantilla que asegurara al equipo comandado por Curry, Thompson y compañía, una superestrella más como Kevin Durant a un plantel de ensueño, con el fin de dominar la mejor liga de basket del planeta en los años venideros. Su llegada al equipo propició la salida de hasta seis jugadores, cuyos salarios impedían que el ex de los Thunder recalara en el mejor equipo de la historia en una temporada regular. Repasamos en que punto se encuentras esos jugadores en su etapa post-Warriors.
Harrison Barnes (2,03 m/Alero/24 años) es seguramente el jugador más importante de los tantos que salieron del Oracle rumbo a un nuevo hogar, en su caso, los Mavericks de Dallas. Como alero titular de los Warriors en un alto porcentaje de los encuentros que disputó, promedió más de 10 puntos (11,7 en su mejor curso) y cerca de 5 rebotes en 28 minutos sobre el parqué. Su pobre papel en las Finales de 2016 (9 puntos con pésimos porcentajes) y el estancamiento al que se vio sometido a la sombra de Curry y Klay Thomson en posiciones exteriores, le llevaron a Dallas Mavericks 4 años a razón de 94 millones de dólares. Barnes está justificando todos y cada uno de los centavos que la franquicia de Mark Cuban está pagando por sus servicios, alcanzando los topes de su carrera en puntos (más de 20 por choque), rebotes (superando los 5,5 por encuentro), robos (cerca de 1) y minutos (más de 35 por noche), siendo un jugador más agresivo en ataque, y teniendo licencia para tirar siempre que considere oportuno.
En la práctica del small-ball de los Warriors, había un jugador que era fundamental a pesar de sus 7 pies, como es Andrew Bogut (2,13 m/Pívot/32 años). Pese a decrecer sus números en su etapa californiana respecto al global de su carrera, las sensaciones que dejaba en la cancha cuando hacía acto de presencia (ya que en muchas ocasiones dejaba de contar en función del rival) eran de vital importancia para los de Steve Kerr, cerrando a las defensas rivales en la pintura, y dejando espacio para repartir juego a su antojo y que los pistoleros enchufasen desde más allá de la línea de 6,75. Su salida a los Dallas Mavericks apenas le ha supuesto un minuto de media más en la rotación de los tejanos respecto a sus 4 años en Oakland, mejorando los promedios de capturas por noche (más de 10 rebotes) pero limitando mucho sus lanzamientos a canasta (solo 3,8 puntos por partido). El nuevo estilo de juego y los problemas que arrastra de rodilla son los grandes responsables de esta situación.
Otro de los jugadores importantes de los Warriors campeones y finalistas fue Festus Ezeli (2,11 m/Pívot/27 años), quien sin tener demasiada importancia en un primer momento en la franquicia del ‘Estado Dorado’, fue ganándose a pulso minutos gracias a la intensidad que aportaba y a la cantidad de buenas decisiones que tomaba cuando compartía parqué con los Curry, Thompson o Green. Su último año fue muy bueno, llegando a ser clave en momentos importantes de la temporada del récord, sumando 16,7 minutos por noche, 7 puntos, 5,6 rebotes y un 54,8% de acierto en tiros de campo. La presente temporada no ha tenido ocasión de debutar en los Portland Trail Blazers por problemas, al igual que Bogut, en la rodilla, por lo que su rol es una incógnita a día de hoy en la franquicia de Oregon.
Marreese Speights (2,08 m/Ala-Pítot/29 años) es otro de los hombres altos damnificados de la llegada de Kevin Durant a los Warriors, eso sí, con mejor suerte que los dos anteriores. Su equipo actual son Los Angeles Clippers, y tras promediar unos números bastante similares a los de Ezeli en menos minutos, ha recalado en un conjunto en el que cuenta con la confianza de Doc Rivers y en el que es capaz de jugar 15 minutos cada partido y sumar 9 puntos y 5 rebotes por noche.
Una de las salidas que más alegría ha dado al propio jugador que se fue del actual subcampeón de la NBA, es la de Leandro Barbosa (1,91 m/Escolta/34 años), rumbo a una tercera etapa a los Suns de Phoenix. Tras haber conquistado el anillo en la temporada 2014-2015 el brasileño consumó su regreso a la franquicia de Arizona para regalar seguramente, algunos de sus últimos momentos de baloncesto a los aficionados del Talking Stick Resort Arena, el que ha sido su principal hogar en Estados Unidos. Barbosa salió de los Warriors con unos aceptables promedios (teniendo en cuenta su rol) de 6,4 puntos en casi 16 minutos, los cuales está prácticamente calcando en los Suns, eso sí, perdiendo mucho más partidos y tendiendo a 0 las aspiraciones competitivas con su nuevo equipo.
El último de los jugadores que ha abandonado la Bahía de San Francisco para el presente curso es Brandon Rush (1,98 m/Escolta/31 años), quien hizo las maletas rumbo Minnesota para tener una presencia prácticamente testimonial. Tras lograr asentarse el pasado curso en la rotación del mejor equipo de la historia de la Regular Season (disputó 72 de los 82 choques) sumando en casi 15 minutos 4,2 puntos y 2,5 rebotes, con Thiboudeau no ha tenido tanta suerte acumulando poco más de 10 minutos de media en algo menos de la mitad de los partidos que los Wolves llevan disputados esta temporada.
Destinos dispares los de los 6 damnificados por la llegada de Kevin Durant al plantel de de Golden State, quienes con un anillo en el dedo, buscan seguir haciendo carrera en la mejor liga de basket del planeta, y que haya vida después de los Warriors.