Cinco centímetros separan a Nate Robinson para referenciarse totalmente con Spud Web, idénticos guarismos con los que Earl Bowkins se distancia de otro gran minúsculo que ya es historia batiendo un récord en talla imbatible, Tyrone Bogues.

Sin embargo, el base de 21 años afirma que “es extraño pero no me he fijado mucho en esos chicos, me gustan más los hombres grandes como Shaq. Él es uno de los tíos más divertidos que he visto, aunque no lo conozco pero le he visto mucho por la tele. También es cierto que me fijo mucho en Allen Iverson. Intento aprender y llevar a la cancha alguna de las cosas que él hace”.

Robinson desde su escaso 1.75 puede meterse hasta dentro por muchos ‘big men’ que le salten al paso porque el siempre saltará más “puedo saltar sobre 40 pulgadas (1 metro y 2 centímetros), creo. Es algo con lo que nací. Dios me bendijo con eso. Honestamente, desde pequeño me vino de forma natural. En séptimo grado ya podía machacar” a pesar de que es una persona muy corpulenta que sobrepasa los 80 kgs.

No obstante, el ‘Tiny’ Robinson no es un jugador unidimensional, tampoco un killer, ciertamente es un playmaker poco usual en norteamérica. Isiah Thomas pudo ver cómo en la universidad de Washington dirigía, defendía y anotaba además de dar mucho espectáculo aunque alguna gente sólo quería verle volar y machacar el base siempre ha actuado de una forma muy madura en la pista superando una lesión importante que le dejó fuera prácticamente una temporada entera. Muchos apuntaban que no llegaría a la gran liga, pero ahí está.

“Isiah (Thomas) me dijo que iba a ser un gran jugador. Me dijo que alguien me iba a elegir en el Draft, que no sabía dónde, pero que alguien lo haría” continúa Robinson.

Dicen que es más cercano a un base director que a un anotador y que siempre se funde en esfuerzo por el bien del equipo. Y así fue, los Knicks de Larry Brown decidieron probar con nuestro protagonista aceptando su traspaso en el puesto 21 desde los Phoenix Suns. Allí enchufa sobre 6 puntos en menos de 12 minutos de juego. Lo dicho, un chico rápido.

Robinson, hijo de padres deportistas, amantes y ex practicantes del football, donde él también probó, es el hermano grande de entre 6 más. Sin contar al más pequeño, Deron que murió en el 97 por muerte súbita (SIDS) cuando era aún bebé, el 21 de mayo, justamente su posición en el Draft “es una señal, lo sé” asegura Nate.

Diccionario en mano, su frase va para los limitados por sentir limitaciones : “If you don’t believe in yourself, no one else will!”