Las previsiones del duelo entre Knicks y Spurs vaticinaban una borrachera ofensiva en el Madison. Pero ya sea por la fatiga de San Antonio, que la noche anterior había jugado y ganado en Milwaukee, o porque New York se dejó el espíritu asesino en el vestuario, los protagonistas decidieron que el encuentro transcurriera en términos más conservadores. Lo único cierto es que el equipo de Mike Woodson posee la fórmula para derrotar a los Spurs (segundo triunfo en dos partidos). NYK evitó perder su tercer partido consecutivo por primera vez este curso con una exhibición ofensiva en la segunda parte (100-83).

El encuentro ya comenzó con una nota exótica. A Popovich se le avinagró el rostro a los 13 segundos. Kawhi Leonard defendió por delante a Carmelo Anthony en el poste medio. El alero de NYK recibió la pelota, lanzó a canasta y recibió la falta de su par. El rostro del entrenador de los Spurs se fue enrojeciendo, llamó a Stephen Jackson y mandó a Leonard al banco. El veterano preparador de San Antonio se levantó de su butaca y sermoneó al alero. Tras la reprimenda, Leonard volvió a pista por Jackson.

Amar`e Stoudemire, que tras su debut hace dos noches aseguró que nadie le había enseñado a defender, entró en juego a falta de 6:30 y anotó su primer lanzamiento. Carmelo (23 puntos y 8 rebotes), fiel a sus fulgurantes puestas en escena, lideró los flashes más lúcidos de NY mientras que Tony Parker (11 puntos y 6 asistencias) ejercía de patrón en San Antonio. Pablo Prigioni (6 puntos, 9 asistencias, 3 robos y +16 con él en pista) rememoró sus días de gloria en Europa y se adueñó del segundo cuarto para dicha de Steve Novak (15 puntos y 5 triples). Entretanto, el duelo avanzaba sin rastro de la tensión que se presupone de una confrontación de esta categoría. A New York sí le funcionaba la puntería desde más allá del arco pero se contagió del ritmo trotón de su rival.

El intento de fuga de los Knicks en el tercer cuarto resultó tibio al principio pero más serio hacia el final del periodo cuando Prigioni volvió a dirigir el barco newyorkino. El base argentino levantó al Madison con su clásica versión de carterista. Tras un saque de banda le birló la pelota a Gary Neal y asistió a ‘Melo‘ para el mate. No contento con ese robo estuvo a punto de repetir fechoría en el saque de fondo. Con Parker y Duncan (11 puntos y 6 rebotes) cogiendo aire en el banquillo, NY se disparó en el marcador con J.R. Smith (20 puntos y 5 rebotes) haciendo más méritos para el título de mejor sexto hombre. 

De nada le sirvió a Denver Nuggets ser uno de los anfitriones más fiables de la competición. El conjunto que entrena Geroge Karl llegaba a su partido contra Minnesota con el soporte moral de haber apilado ocho triunfos consecutivos en el Pepsi Center, entre los que destacaba su brillante victoria ante Los Angeles Clippers que ponía fin a la mejor racha de la NBA en este curso. El duelo entre dos equipos que basan su poderío en el talento colectivo resultó ser un canto a la emoción.

Ninguno lograba distanciarse más allá de la decena, lo que deparó unos últimos tres minutos apasionantes. Dos triples seguidos de Luke Ridnour (14 puntos) y de JJ Barea (17 tantos y 5 asistencias), más otra canasta del puertoriqueño lanzaron a los Wolves. Andre Iguodala (14 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias) y Andre Miller (11 puntos y 10 asistencias) se aventuraron a devolver ambos triples pero erraron sus lanzamientos. Alexey Shved volvió a liderar a Minnesota en ataque con 17 puntos y 5 asistencias mientras que su compañero Kevin Love (12 puntos y 17 rebotes) aportaba su tercer doble doble consecutivo a pesar de retirarse en el tercer cuarto debido a un esguince en un dedo de la mano derecha. Ty Lawson, que regresaba tras una lesión, fue el más destacado de la segunda unidad (16 puntos) y se alió con un mejorado Kosta Koufos (16 puntos y 7 rebotes) para tratar de retener el triunfo en casa. Seis jugadores de cada equipo anotaron al menos 11 tantos. 

Expediente Roy

Brandon Roy amenaza con desbancar al alcoyano como protagonista de uno de los dichos más populares. El escolta de los T-Wolves está dispuesto a escribir un nuevo capítulo de su viacrucis y se someterá a un nuevo tratamiento de tres o cuatro semanas en su rodilla derecha tras consultar a otro médico. “Ni Roy ni los Wolves sabemos si el tratamiento funcionará”, aseguró David Kahn, Presidente de Operaciones, que no especificó en qué consistirá el tratamiento pero sí descartó una nueva operación. “La semana pasada sufrí una recaída durante un entrenamiento. Mi objetivo ha sido y continúa siendo volver a jugar al baloncesto”, afirmó el escolta. Roy se retiró tras la temporada 2010-2011, aunque siguió una terapia que le permitió volver a las canchas este curso firmando un contrato de 10 millones de dólares por dos años.

El que ya no tiene problemas con su rodilla es Blake Griffin, un maestro en posterizar a infinidad de jugadores. Os regalamos sus mejores mates en 2012.