En el deporte las cosas pueden cambiar de la noche a la mañana, y en la Bahía de San Francisco se están dando más cuenta de ello ahora que nunca. Esta noche, en una acción fortuita con Zaza Pachulia, los Warriors han visto como su fichaje estrella del verano, Kevin Durant, se lesionaba la rodilla de esta manera:

Una lesión que no tiene buena pinta, y que mantiene en vilo a toda la NBA. Los medios americanos, pese a que aún no se han efectuado las pruebas pertinentes a Durant, ya apuntan a una lesión de gravedad y que dejaría al alero de Golden State, mínimamente, fuera lo que queda de temporada regular.

Una lesión que, además, produce un cambio de tercio en la toma de decisiones de la franquicia de San Francisco. Los Warriors, que ultimaban el fichaje de José Manuel Calderón para reforzar su banquillo, se ven obligados a maniobrar para conseguir el fichaje de Matt Barnes y dar empaque a su juego exterior, que sin Durant se vería excesivamente mermado. Mañana se le realizarán las pruebas pertinentes y se conocerá con mayor exactitud el alcance de la lesión, lo que provocará una serie de movimientos en consecuencia.

Mientras en San Francisco se llevan las manos a la cabeza por la lesión de su estrella, en Cleveland se las frotan al conocer la decisión de Andrew Bogut de firmar con los Cavaliers para asaltar el anillo de nuevo. El pívot australiano se debatía entre tres equipos: Cleveland, Boston y Houston; pero finalmente ha decidido poner rumbo a Ohio para unirse al que, hasta la pasada temporada, fuese su máximo competidor por el título de la NBA. Se espera que el anuncio oficial de su llegada se haga efectivo durante el fin de semana.